Teñirse el cabello en casa: ¿a favor o en contra? Este debate es uno de los temas que más opiniones divide en materia de cuidados capilares. Hay quienes lo defienden por comodidad, precio y control en el resultado, y quienes, por el contrario, lo evitan por miedo a dañar su pelo o por no obtener el acabado esperado.
Seas de un bando u otro, hay algo que debes saber sí o sí: teñirse el cabello, ya sea en casa o en la peluquería, implica un daño capilar.
“No hay escapatoria”, advierte Isabel Cardona, farmacéutica experta en dermocosmética. “Si te tiñes porque quieres cambiar de color o cubrir tus canas, vas a necesitar un tinte que contenga amoníaco o monoetalomina (MEA)”. Y esto es así para obtener un resultado decente, ya decidas hacerlo en casa o en tu salón de confianza.
Los motivos, sencillos. Así nos lo explica la farmacéutica: “Estos son los encargados de abrir la cutícula que el pigmento entre en el interior de la fibra capilar”, explica la experta co-titular de Farmàcia Nàutic, farmacia online especializada en dermocosmética. Al abrir la cutícula, como cuenta la experta, puede aumentar la sequedad y la porosidad, que perdamos el brillo y la suavidad, que se rompa el cabello más fácilmente o, incluso, que se abran las puntas.
“Así es que sí, si te tiñes el cabello, tienes que asumir que estás dañando tu fibra capilar”, sentencia Cardona. Esto sucede porque la coloración es un proceso químico agresivo con el que, inevitablemente, alteramos la estructura natural de la fibra capilar.
La farmacúetica recomienda que, "si tienes el cuero cabelludo sensible, lo que tienes que elegir es un tinte con baja concentración de oxidantes, alcalinizantes, parafenilendiamina (PPD), resorcinol y fragancias, que son los principales irritantes de tu cuero cabeludo”. Es por ello que teñirse implica también asumir una rutina de cuidado extra: tratamientos nutritivos, mascarillas reparadoras, aceites capilares y dejar de lado el uso de herramientas térmicas, como las planchas, serán las mejores decisiones.
Qué ingredientes debemos evitar en los tintes para reducir la irritación
- Oxidantes como el agua oxigenada.
- Alcalinizantes como el amoníaco o la monoetalomina (MEA).
- Parafenilendiamina (PPD). Sobre todo, en tintes permanentes oscuros ya que proporciona intensidad y duración.
- Resorcinol, como los decolorantes.
- Fragancias. Pueden ser alérgenos que provoquen una reacción alérgica.
¿Cómo hago para que mi cuero cabelludo sufra lo menos posible?
Definitivamente, es la pregunta más repetida (o el ‘miedo’ más recurrente) de todas aquellas que prefieren teñirse en casa o que en algún momento, por tiempo u otras razones, se han visto obligadas a hacerlo fuera de la peluquería. La buena noticia es que podemos hacer que el tinte no tenga un impacto tan negativo o agresivo al aplicarlo en casa.
El primer paso para preparar el cuero cabelludo cuando vayamos a teñirnos en casa es, como recomienda la farmacéutica, aplicar un aceite nutritivo en el cuero cabelludo que cree una barrera protectora en la esta zona y lo mantenga hidratado. Otra opción, que es la que prefiere la experta y ella misma pone en práctica, elegir un tinte que contenga un sérum protector.
En este sentido, la experta recomienda los tintes de Lazartigue, una coloración permanente que no contiene amoníaco ni pigmentos irritantes, sino que aporta el color con pigmentos profesionales y extractos botánicos como leche de arroz y aceite de reina de los prados, que protegen y nutren intensamente la fibra. Además, este incluye un sérum protector y una mascarilla post-coloración.
De hecho, este producto que incluye el tinte de la marca mencionada es el que sugiere la farmacéutica experta: “Utiliza siempre una mascarilla específica después del tinte”.
Trucos y consejos para minimizar el daño del cuero cabelludo en casa
Tomando ciertas precauciones muy sencillas podemos rebajar y minimizar el daño al máximo del cuero cabelludo. Se trata de unos cuidados que realizaremos antes, durante y después del tinte:
- Si es un nuevo producto o tu cuero cabelludo tiene tendencia a la sensibilidad, todos los expertos recomiendan hacer una prueba de sensibilidad un día o dos antes. Hazla en una zona reducida, aunque ya te hayas teñido otras veces en casa.
- No laves el cabello justo antes de teñirlo. El sebo natural, así como la grasa o suciedad que se haya podido acumular, funcionará como una barrera protectora, reduciendo el posible daño o irritación. Y no, no te preocupes porque no va a hacer que el tinte funcione menos
- Aplica un protector específico para cuero cabelludo tipo barrera en zonas sensibles como sienes, nuca o línea del nacimiento. Si no, un aceite ligero como el que recomienda la farmacéutica es muy útil. Incluso, puedes recurrir a ese truco ‘de toda la vida’ que es poner una buena capa de vaselina.
- Evita, en la medida de lo posible, aplicar el tinte directamente en el cuero cabelludo, sobre todo en raíces que ya han sido teñidas o coloreadas. Sabemos que esto es difícil, pero es una de las principales prácticas para que el cuero cabelludo sufra menos.
- Opta por tintes sin amoníaco o con fórmulas más suaves si tu cuero cabelludo es sensible. Actualmente, el mercado ofrece numerosas alternativas a los tintes tradicionales con amoníaco, que que pueden provocar irritación, picor o sequedad.
- Tras aplicar el tinte y esperar el tiempo recomendado por la marca, enjuaga bien y usa un champú específico para después del tinte (llamados post coloración): se encargan de calmar y equilibrar el pH del cuero cabelludo.
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