Cuando se trata de teñirse el pelo, una de las dudas más comunes, y también una de las más importantes, gira en torno a un detalle que muchas veces pasamos por alto: ¿es mejor hacerlo con el cabello recién lavado o ya cuando esté sucio? Este pequeño detalle puede marcar por completo la diferencia en el resultado final o incluso en la duración del color.
Aunque no hay una respuesta válida para todos los casos, ya que pueden variar muchos factores (el tipo de tinte, la sensibilidad del cuero cabelludo, la cantidad de productos que se utilizan a diario y la propia naturaleza del cabello), es importante conocer las diferencias que hay entre una melena recién lavada y otra que ya cuenta con algo de grasa natural.
“La decisión de teñir el cabello sucio o limpio va a depender de varios factores, entre ellos el tipo de coloración, tipo de cabello y también por si acaso, resultado deseado”, declara el experto capilar Florentino López. Coge papel y lápiz, porque a continuación te contamos todo lo que tienes que tener en cuenta.
El pelo sucio protege el cuero cabelludo: ¿mito o realidad?
Una de las recomendaciones que más hemos escuchado en el terreno de la coloración es aplicar el tinte cuando el cabello sucio, es decir, sin lavarlo al menos 24 o 48 horas antes. La razón es porque el sebo natural del pelo crea una especie de escudo protector frente a los químicos agresivos que pueden irritar el cuero cabelludo.
Supuestamente, este aceite natural suaviza el contacto entre la piel del cuero cabelludo y el tinte, reduciendo notablemente la posibilidad de picor, enrojecimiento o sensibilidad. Sin embargo, algunos expertos no recomiendan acudir con la melena en este estado a la peluquería.
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“Cuando nosotros tenemos una coloración que va a penetrar en nuestro cortex, que es la parte más interna del cabello, o se va a depositar en la cutícula, si además el cabello tiene suciedad, ya sea exterior, transpiración o sebo, lo que va a hacer es agregar una capa más para que ese tinte llegue al lugar donde tiene que depositarse. Con lo cual no, no toma mejor”, explica la peluquera Naty Bengoechea.
“Siempre hay que tener en cuenta el tipo de tinte que se va a aplicar, la sensibilidad del cuero cabelludo, la cantidad de productos que se utilizan a diario y la propia naturaleza del cabello”, añade, coincidiendo con Florentino.
Cómo preparar el cabello antes y después del tinte
No solo tenemos que tener en cuenta cómo tenemos el cabello el día que nos vamos aplicar el tinte, sino que el cuidado pre y post es esencial. La semana previa no olvides de aplicar mascarillas hidratantes que refuercen la fibra capilar, para no resecar aún más con procesos de decoloración o productos químicos. Mantener el cabello limpio antes colorar el cabello es la conclusión a la que han llegado los expertos, pero siempre con algunos matices.
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“Según mi opinión, es mejor hacerlo con el cabello lavado. Ojo, no recién lavado, pero sí con el cabello limpio. ¿Por qué razón? Porque con eso lo que hacemos es tener el cabello limpio para que se deposite mucho mejor el pigmento y el pelo quede 100% cubierto”, confirma Florentino López. En los días posteriores es clave utilizar champús sin sulfatos, acondicionadores protectores del color y tratamientos nutritivos que prolonguen el brillo y la intensidad del tono. No se recomienda tampoco el uso excesivo de herramientas de calor, y en el caso de que no puedas evitarlo, el protector térmico tiene que ser tu mejor aliado.
Cuidados esenciales para el cabello teñido
Una vez que ya te hayas teñido el pelo, es importante saber que los cuidados posteriores son tan importantes como la elección del tinte. Apunta estos 5 consejos que te dejamos para conservar el color vibrante y el cabello saludable por más tiempo:
- Evita lavar el cabello justo después de teñirlo: lo recomendable es esperar al menos 48 horas para que el color se fije bien en la fibra capilar. Si lo lavas justo después, puedes arrastrar el pigmento y hacer que el tono pierda intensidad antes de tiempo.
- Utiliza productos específicos para cabello teñido: muchas firas han formulado champús y acondicionadores sin sulfatos específicos para preservar el color de los cabellos teñidos. Esto ayudará a limpiar sin alterar el tinte y prolongará la duración del tono.
- Hidrata en profundidad: esto es algo que te aconsejamos, independientemente de que tengas el cabello teñido o no. Una buena mascarilla nutritiva una o dos veces por semana es clave para reparar la fibra capilar y devolverle brillo y suavidad.
- Protege tu melena del calor y del sol: este es otro consejo clave en todo tipo de melenas. Usa protectores térmicos antes del secador o las planchas, y productos con filtros UV si vas a estar expuesta al sol, ya que estos son factores que aceleran la oxidación del color.
- Retoques inteligentes: si eres de las que quiere evitar ir a la peluquería cada dos por tres, y buscas espaciar las visitas, puedes recurrir a sprays para raíces, mascarillas con pigmento o baños de color sin amoníaco que refresquen el tono sin dañar.
La conclusión que podemos sacar en este caso, es que teñirse con el pelo limpio (pero no recién lavado), es la mejor opción según los expertos. De esta forma aseguramos una mejor fijación del color en el pelo, siempre teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada persona. Eso sí, una preparación previa y un buen cuidado posterior, son lo que aseguran una melena sana, con un color vibrante y de larga duración.