Cuatro peinados que SÍ funcionan y cuatro que NO para conseguir looks tendencia en 2023

Las coletas han sido un peinado muy socorrido desde el principio de los tiempos, pero desde hace unos meses se han vuelto una apuesta imprescindible en las alfombras rojas.

Triunfan aquellas de largo extremo con el cabello recogido en la parte más alta de la coronilla. Este peinado además proporciona un rejuvenecedor efecto lifting que podemos potenciar con el maquillaje. 

Para realizarla debemos tener cuidado de peinar muy bien las raíces del pelo para que queden todas colocadas y se cree un efecto de limpieza y pulcritud.

Para tapar el coletero, pasa uno de los mechones de la coleta por encima de esta dando varias vueltas y antes de pasar la última, pon una horquilla de moño en vertical en la zona donde se recoge el cabello. Una vez pasada la última vuelta tira de esta suavemente para que se cree una especie de nudo sobre el coletero.

Los peinados con trenzas fueron un clásico de los años 90 y de los 2000. Y se llevaban de todas las maneras posibles. Desde hacer toda la melena con estas pequeñas trenzas, un laborioso trabajo que muchas veces se encargaba a las pacientes madres, a simplemente decorar cualquier coleta o semirrecogido tejiendo los dos mechones delanteros que se dejaban sueltos, en forma de trenzas.

Ahora Marcas como Chraibi recuperan esta estética para sus propuestas sobre la pasarela y celebrities como Paula Echevarría o la influencer Alexandra Pereira también se animan a llevarlas creando un look fresco y divertido.

 La imagen de Audrey Hepburn caló hondo en la generación actual y en esta temporada se recupera una de sus señas de identidad más reconocibles, el corte garçonne.

La actriz lució este corte peinados de una manera que parecía casual, pero era todo lo contrario y ahora se recupera siguiendo esta pauta. Cada uno de los cortos mechones se colocan estratégicamente para aportar volumen y profundidad al cabello y se fijan con cera para que no se muevan.

Para potenciar este aspecto se puede jugar con la coloración apostando por reflejos caoba para los cabellos más oscuros y por mechas rubias en las melenas mas claras.

La influencia de los años sesenta también se nota en la recuperación de las melenas compactas que se trabajan a conciencia con secador y cepillo redondo para crear un aspecto sofisticado y glamouroso.

En estos peinados el brillo del pelo se convierte en un factor fundamental, algo para lo que hay que trabajar la hidratación desde el interior, siendo constantes con la aplicación de mascarillas y aceites capilares nutritivos.

Una vez que terminamos de trabajar el cabello con el secador y lo dejamos enfriar, podemos aplicar un producto de acabado para potenciar el brillo del pelo.

Este tipo de peinado se realiza recogiendo el largo del pelo en un un pequeño moño en la parte de la nuca, un moño que pude adoptar diferentes formas a base de retorcidos o simplemente girándolo sobre sí mismo.

La idea es que no cobre protagonismo, porque toda la atención se concentra en la parte frontal, donde se crea un gran tupé con los mechones frontales.

Este tipo de recogido tuvo mucho éxito en los años 2000, pero ahora está completamente desactualizado, ya que se trata un peinado demasiado artificial para la estética que se maneja en estos tiempos.
 

En los 90 Britney Spears popularizó este peinado y muchas chicas, más allá de la adolescencia, se animaron a llevarlo.

Se trata de un peinado en el que las coletas se situan muy altas y se disparan algunos mechones hacia arriba. El flequillo se deja suelto sobre el rostros.

A pesar de haber recuperado algunos peinados de estética collegue, se ha hecho con un punto más relajado. Tal y como nos mostró Dior en su desfile, las dos coletas que se llevan en 2023, son bajas, con la textura natural de cabello y una apariencia mucho más effortless. 

Ana de Armas ha vuelto a poner de actualida todo el universo estético de Marilyn Monroe con su notable interpretación en la cinta Blonde, pero la clásica melena de la ambición rubia no ha sido uno de los símbolos estéticos que ha cuajado, a pesar de haber sido recuperada en muchas otras épocas, como en los años 90, -en la imagen, Christina Aguilera-.

Y es que se llevan las melenas mucho menos estructuradas, con un movimiento que este tipo depeinado no admite. Estas melenas ponen el peso del rizo desde los medios a las puntas dejando las raíces lisas lo que da lugar a peinados rígidos y anticuados.

Las melenas a capas fueron un corte que se llevó mucho en los años 2000. la idea era crear una estructura que favorecida las facciones de cada rostro, destacando los pómulos y la mirada.

Estas melenas se peinaban completamente lisas utilizando la plancha creando unos mechones lánguidos y minimalistas que caían unos encima de los otros, haciendo que el objetivo del corte -ganar volumen- perdiera fuerza.