Cada melena es diferente, y teniendo en cuenta la naturaleza de nuestro cabello (y sus necesidades) es más probable que necesitemos usar un tipo de champú u otro. Porque a pesar de que los hay muy buenos y aptos para todas (estos 30 son un gran ejemplo), todas hablan de los champús sin sal.
Se han ganado su fama a pulso: son suaves, adecuados para todo tipo de cabello y, además de no irritar ni resecar el pelo, son capaces de reducir de forma notoria el encrespamiento. No obstante, todavía hay muchas dudas, mitos y confusiones a los que hoy ponemos fin.
Champús sin sal: qué son
Los champús sin sal, también conocido como champús sin sulfatos, son aquellos no contiene sales de sodio, como el lauril sulfato de sodio (SLS) o el laureth sulfato de sodio (SLES). Estos sulfatos son agentes espumantes y detergentes comunes que se encuentran en muchos champús, pero algunas personas los evitan debido a preocupaciones sobre la sequedad del cabello, la irritación del cuero cabelludo y otros posibles efectos adversos.
Beneficios de los champús sin sal
- Producen menos sequedad. Como ya hemos visto, los sulfatos, como el lauril sulfato de sodio (SLS) y el laureth sulfato de sodio (SLES), pueden ser agresivos y eliminar los aceites naturales del cabello, resecando el cabello. Los champús sin sal resultan más suaves y menos agresivos.
Mantienen la coloración sin dañar. Si te tiñes el pelo, serán tu mejor aliado, ya que, al contrario que sucede con los champús tradicionales, los champús sin sal preservan mejor el color.
Los expertos lo recomiendan si tienes el cuero cabelludo sensible, ya que, al ser más suaves, tienden a producir menos irritaciones o picores.
Para aquellos cabellos tratados químicamente, como permanentes o alisados, los champús sin sal ayudan a mantener la integridad del pelo.
Reducen el encrespamiento y contribuyen a tener el cabello más manejable, ya que no eliminan los aceites naturales del cabello de la misma manera que los sulfatos. Por lo que, lo hidratan más.
Cuándo debería usar un champú sin sal
Puedes usarlo cuando quieras, ya que son champús que están diseñados para todo los tipos de melenas. Sin embargo, si le preguntas a los expertos, recomiendan que los uses especialmente si tienes:
- El pelo teñido o te has hecho un alisado permanente, ya que ayudan a preservar el color y a mantener la integridad del cabello tratado.
- El cuero cabelludo sensible. Si tienes un cuero cabelludo sensible que tiende a irritarse con facilidad, un champú sin sal puede ser más suave y menos propenso a causar irritaciones.
El cabello seco o rizado, ya que son menos propensos a eliminar los aceites naturales del cabello, lo que ayuda a mantener la hidratación.
Si luchas contra el frizz y quieres conseguir que tu cabello sea más manejable, pueden ser una opción, ya que tienden a ser menos agresivos y pueden ayudar a mantener el equilibrio de humedad en el cabello.
Si te lavas el cabello con frecuencia, ya que son más suaves y es menos probable que cause sequedad o descamación.
10 champús sin sal que gustan a todas