La llegada de la primavera trae consigo un cambio de códigos de vestimenta, más allá de la ligereza de las prendas y del colorido que las pinta. Este año vemos cómo los tonos cítricos, marrones, rosas, azules y el sempiterno blanco, se cuelan en nuestros armarios, en forma de faldas largas, pantalones oversize o vestidos lenceros que prometen ser nuestros fieles compañeros en los meses de calor.
Aunque no nos olvidemos de los prints, esos que nos empujan a transformar cualquier estilismo básico en uno memorable. Más allá de los looks monocormáticos, tan en tendencia esta primavera, la pasarela nos recordó la capacidad de los estampados para llevarnos a otros lugares, a otras épocas incluso. Así, los meses estivales traen reminiscencias de tiempos pasados, apostando por la versatilidad más allá de las temporadas.
Además del tartán, el animal print o los grafismos ochenteros, este año se coronan como los más deseados tres estampados que, si bien es cierto suelen ser los más deseados de la primavera, esta vez se reinventan. Las rayas, los lunares y las flores, nos ofrecen viajar a la Riviera francesa, a la Toscana y a la Feria de Abril, con prendas infalibles para cualquier ocasión.
Hacemos un repaso de lo que nos dejó la pasarela, para adquirir las herramientas necesarias que nos ayuden a crear los mejores estilismos para esta primavera. Eso sí, con guiños a las rayas, las flores y los lunares, los estampados que más veremos en el street style.
Los estampados que más veremos esta primavera
Puestos a elegir, nos quedamos con estos tres estampados. Puede que sean los más clásicos, sí, pero también los que mejor se han reinventado.
Punto para partido
Los lunares son ese estampado atemporal, capaz de aderezar cualquier look de invitada, del mismo modo que puedes llevarlos en un día de playa o a la oficina. No en vano es uno de los favoritos de las royals, especialmente de Lady Di o de Kate Middleton. Este año, los polka dots han salpicado los desfiles de diseñadores como Carolina Herrera o Nina Ricci, con propuestas en donde los lunares en blanco y negro recorren vestidos con volúmenes, tops y faldas elegantes y femeninas, convirtiéndose en el leit motiv de la primavera.
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Por su parte, Valentino además de sus vestidos de gasa y volantes, nos ofrece una versión sartorial del estampado con blazers maxi o en versión cropped, conjuntos para un total look y trajes en marrón —el color del año—, que dan lugar a un ‘power dressing’ de lo más femenino.
Más allá de los estilismos para las fiestas propias de estas fechas, este estampado llega al street style de la mano de bermudas anchas de pinzas, vaqueros rectos o incluso en accesorios que replican este juego de contrastes en bolsos, zapatos y piezas de joyería.
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No te pases de la raya
Nada evoca mejor el mar que las rayas, sobre todo si son horizontales. Son como dar un paseo por Saint-Tropez bajo el sol cálido. Sin embargo, cuando se trata de rayas verticales nos llevan de vuelta a la oficina, con esos looks de inspiración masculina tan recurrentes y favorecedores. Esta primavera ambas opciones son válidas y llegan en clave estival.
Chanel redefine el lenguaje marinero esta temporada mediante una paleta que evoca atardeceres tropicales a través de microshorts en rosa chicle y naranja neón. Una apuesta para quienes buscan ese toque lúdico que tienen las rayas, sin olvidarse por completo del lado más sofisticado de este estampado.
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En contraste, Saint Laurent apuesta por rayas verticales en tonalidades neutras —beige hueso, gris grafito— aplicadas sobre siluetas alargadas y estructuras impecables. Americanas con hombros estructurados y pantalones de tiro alto que arrastran levemente en el suelo transforman el motivo en una herramienta de elongación visual, casi escultórica. Stella McCartney, por su parte, introduce un giro lúdico mediante sus pantalones pirata con rayas bordadas con lentejuelas a juego con una camisa, dando ejemplo de la fantástica convivencia entre lo formal y lo relajado.
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Un jardín de flores
¿Qué sería de la primavera sin las flores? Es imposible de escapar del estampado de la temporada y aunque año tras año vuelve de una manera casi obsesiva, no deja de ofrecernos versiones, reinterpretaciones y combinaciones sorprendentes. No hay más que recordar la manera en la que Jonathan Anderson, todavía director creativo de Loewe, jugó con las flores y esos vestidos con aros para dar lugar a un jardín en movimiento. Los estampados impresionistas parecían haber sido pintados a mano sobre gasa transparente, dando lugar a una imagen etérea.
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Vivianne Westwood, en cambio, se atreve a mezclar varios estampados florales en una misma prenda para un efecto maximalista, mientras que Victoria Beckham, Vetements o Rabanne interpretan este elemento en una gama de colores más suave que contrastan con blazers o vestidos de inspiración ochentera. Este último, por cierto, incluso se anima a combinar rayas horizontales, verticales y flores.