Lola Casademunt convierte su desfile en una auténtica fiesta de ambiente cosmopolita y disco del Nueva York de principios de los 80

Una colección con el ADN icónico de la firma: color, estampados, logomanía, animal print y cuidado de los detalles en cada una de las prendas

Alba Vila

Periodista especializada en actualidad y tendencias.

Actualizado a 13 de marzo de 2022, 09:38

LOLA CASADEMUNT BY MAITE

Alba Vila

Periodista especializada en actualidad y tendencias.

13 de marzo de 2022, 09:38

La Mercedes Benz Fashion Week Madrid nos ha dejado esta semana propuestas inmmejorables con las colecciones para el próximo otoño-invierno 2022/2023. Un calendario de lo más completo sobre el que todavía tenemos en mente las propuestas tan femeninas de Pedro del Hierro con su colección 'Reverse' y esos trajes de terciopelo; el color y la comodidad en Agatha Ruiz de la Prada; el grunge y las apuestas más moteras de Dominnico, la verdadera esencia y sofisticación que se respiraba con Fernando Claro o las creaciones sorprendentes de Custo Barcelona. La fiesta regresó a la pasarela gracias a Lola Casademunt by Maite que trasladó a todos los presentes al Nueva York de los años 80 al ritmo de la famosa 'Staying Alive' de los Bee Gees. 

Su directora creativa, Maite Casademunt, nos presentó prendas inspiradas en el hedonismo glam de entonces y, por supuesto, el drama de la guerra en Ucrania estuvo presente cuando al terminar el desfile se presentó una camiseta solidaria cuyos beneficios irán para ayudar a los más afectados. Giorgio Armani ya rindió homenaje al desfilar sin música y Balenciaga borró por completo su perfil de Instagram.

LOLA CASADEMUNT BY MAITE

“Para crear esta colección, he bebido de esas décadas doradas, como fueron los finales de los años 70 y principios de los años 80, con prendas que tienen claras referencias a esos días. Unas prendas para vestir a la mujer actual: versátiles, cómodas y sofisticadas a la vez”, asegura Maite Casademunt. Y es a una mujer actual a la que subió sobre la pasarela al escoger 'total looks', un fenómeno que hemos incoporado ya como uniforme. Los estampados estuvieron presentes en cada una de las prendas y así vimos como el animal print, el cuadro galés, vichy y la logomanía con la 'M' impregnaban los abrigos acolchados, las cazadoras velvet y las prendas sastreras. Todas esas prendas exteriores se combinaban con preciosos y llamativos vestidos largos y fluidos, faldas de tubo o pantalones palazzo y culotte. 

El ambiente disco se trasladó hasta el lugar con prendas y materiales propios de esas noches que sabes cómo empiezan pero nunca cómo terminarán: metalizados, los acharolados, el efecto piel, el terciopelo y las lentejuelas.  Y una paleta de color de lo más eighties, como el fucsia, azul petrol, dorado, plateado, gris y burdeos.

 

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