Hay algo hipnótico en las series de hospitales. Algo que va más allá del bisturí, de las batas o del sonido persistente del monitor de las constantes vitales. Tal vez sea la forma en la que te recuerdan que la vida, en su forma más pura, se sostiene por un hilo. Que todo puede cambiar en cuestión de segundos. ‘Anatomía de Grey’, ‘Respira’, ‘Chicago Med’, ‘Hospital Central’... Hay miles, pero ninguna como la nueva serie de Netflix que ya se ha colado en el Top 10 global.
Netflix
Ojo, porque si crees que esto es solo otro drama médico, prepárate para una sorpresa. Es adictiva, intensa y sí, emocional. También es valiente. No solo muestra cuerpos abiertos y corazones detenidos: muestra personas heridas por dentro, relaciones que arden bajo la superficie y pasados que no cicatrizan con puntos de sutura.
De qué va ‘Pulso’: emergencias dentro y fuera del quirófano
La historia arranca con una tormenta literal. Un huracán arrasa Miami y convierte el Maguire Medical Center en un campo de batalla emocional. Mientras las calles se inundan y el caos eléctrico amenaza con dejar todo a oscuras, dentro del hospital las tensiones suben aún más.
La doctora Danny Simms acaba de ser ascendida a jefa de residentes de forma abrupta: su superior, el carismático y problemático doctor Xander Phillips (interpretado por Colin Woodell) ha sido suspendido. Pero no es solo una cuestión profesional. Entre ellos hubo algo. Un vínculo. Un silencio que esconde mucho. Un dolor que aún arde.
En el corazón del hospital se cruzan pacientes, quirófanos y confesiones que no tienen lugar en los informes médicos. Y ahí, en medio de este terremoto emocional, se desarrolla una historia que no se limita a salvar vidas. Trata de reconstruirlas.
Un reparto que late entre estrés y tensión
En el centro de todo está ella: Danny Simms, interpretada con brillante contención por Willa Fitzgerald. Médica residente, mujer fuerte en construcción, superviviente de más de una cosa. Es una protagonista que se gana tu empatía desde el primer minuto porque no finge tener todo bajo control. Porque nadie lo tiene.
Además de Fitzgerald y Woodell, el casting de ‘Pulso’ es un acierto absoluto. Jessie T. Usher brilla como Sam Elijah, el residente competitivo y fiel hasta el final. Justina Machado, como la veterana Natalie Cruz, es esa jefa que todas querríamos tener: dura, empática y real. Daniela Nieves es Camila Pérez, una estudiante entusiasta que pone en duda estructuras demasiado rígidas.
Jack Bannon, Chelsea Muirhead y Jessy Yates completan un elenco coral que nunca parece forzado. Cada uno tiene su arco, su verdad, su herida. Cada personaje podría sostener su propia serie, pero aquí se entrelazan de forma orgánica, como si el guion entendiera que la vida —también la de los médicos— no se vive en compartimentos estériles, sino en zonas grises.
Y es en esos grises donde ‘Pulso’ encuentra su fuerza. Porque aquí no hay buenos y malos, héroes y villanos. Hay personas tomando decisiones difíciles con información incompleta. Hay amor, pero también decepción. Hay lealtades. Y hay momentos de luz que llegan, inesperadamente, después del llanto.
Mucho más que una serie de médicos
Dirigida por Kate Dennis (‘Suits’ y ‘El cuento de la criada’), la serie no escapa al espectáculo del drama médico —hay sangre, sí, y mucho estrés—, pero su verdadero corazón está en las relaciones. En cómo los vínculos laborales pueden convertirse en verdaderos sistemas de apoyo. En cómo el pasado no se queda fuera del hospital solo porque hayas fichado. En cómo lo personal y lo profesional se mezclan sin pedir permiso.
El guión, creado por Zoe Robyn y desarrollado junto a Carlton Cuse (‘Perdidos’), sabe cuándo acelerar, cuándo detenerse y cuándo dejar que el silencio hable por sí solo. Cada episodio —de los diez que componen la temporada— es un pequeño terremoto. Algunos con intensidad quirúrgica. Otros con precisión emocional. Pero todos con el mismo latido de fondo: la lucha por sanar.
Netflix
¿Por qué deberías verla?
- Porque es una serie que se siente. En el estómago. En el pecho. En la garganta cuando un personaje se rompe y tú, sin darte cuenta, también.
- Porque es humana. No te da héroes, te da personas. Con miedo, con fuerza, con contradicciones.
- Porque habla de salud mental con respeto. Sin caer en el sensacionalismo, pero tampoco sin edulcorar la realidad.
- Porque los diálogos importan. Y no solo lo que se dice. Lo que se calla. Lo que se deja entrever.
- Porque te deja con preguntas. ¿Qué harías tú? ¿A quién creerías? ¿Hasta dónde llegarías por tu vocación?
Dónde verla (y cómo)
‘Pulso’ está disponible ya en Netflix desde el 3 de abril de 2025. Y sí, es perfecta para una maratón de fin de semana largo. O para verla sola, capítulo a capítulo. Antes de que te des cuenta, habrás terminado y te quedará un vacío.