La historia de la tarta de queso es singular. Cada 30 de julio (día dedicado a homenajearla y donde no solo tienes el derecho sino también el deber de devorar este manjar), los medios nos obsequien con un breve resumen de los orígenes del que ya se ha convertido en postre favorito de una inmensa mayoría. Cuentan las crónicas que la tarta de queso es originaria de la Grecia antigua, formando parte del menú que degustaron los atletas participantes en los primeros Juegos Olímpicos. Bien de proteínas y bien de energía para competir con garantías. Después vinieron los romanos, que la hicieron llegar a toda Europa (estamos muy agradecidos). Entonces no se parecía demasiado a lo que hoy te sirven en los restaurantes; el aspecto y la composición actual se asemeja más al dulce que los colonos llevaron consigo a América allá por el siglo XVIII. Desde entonces y hasta hoy, la tarta de queso ha ocupado un puesto de honor en nuestros menús convirtiéndose, casi sin hacer ruido, en el postre recurrente de los muy cocinillas. En los últimos años, alguna de sus variantes (aparte de la muy mítica que ya es emblema de la ciudad de Nueva York) ha adquirido nombre propio (la tarta de queso La Viña, la tarta de queso de la madre de Cris…) convirtiéndose también en un negocio gastronómico que reporta sus buenos dividendos. Seguro que, como todos los cheesecakes adictos, tú también tienes tu tarta de queso favorita. Si todavía albergas ciertas dudas, no pasa nada, porque aquí tenemos algunas de las versiones más espectaculares que puedes degustar actualmente. Todas son made in Madrid, pero algunas de ellas cuentan con la ventaja adicional de que venden a otros puntos de España. En sus páginas  webs encontrarás todas las coordenadas para encargarlas. ¡Que aproveche!

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Cheesecake Avenue
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Minitartas de Cheescake Avenue

Cheesecake Avenue

Como su propio nombre indica, lo suyo es la cheesecake neoyorquina original pero con diferentes versiones a cual más deliciosa. De esta manera, puedes encontrar desde la clásica que se cata en la ciudad de los rascacielos hasta maravillas para los golosos que rescatan algunos ingredientes típicos de los postres y los ‘funden’ con la tarta de queso propiamente dicha. Así nos topamos con The Nutella Art Piece, Red Velvet State of Mind o Cookiefeller, tres estrellas de la carta de esta pastelería americana donde se esmeran muchísimo en el contenido pero no menos en la presentación. Puedes adquirir la tarta entera, en porciones o también en versión mini, a modo de pastellillos (como los que ves en la imagen). Físicamente están en la calle Antonio Acuña número 10, aunque puedes contactar con ellos y hacerles un pedido. En su página web encontrarás todos los datos.

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Tarta de queso y chocolate blanco
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Tarta de queso y chocolate blanco de Giosam Food Art

Giosam Food Art

Este obrador es especialista en tartas de queso artesanas. Y las hay de todo tipos y colores: desde la tarta de queso azul hasta la de queso y caramelo toffeee salado pasando por queso y vainilla de Madagascar. Todas ellas salen de un obrador propio emplazado en Rivas Vaciamadrid (también tienen tienda en la capital, en la calle Narváez 40), pero tranquila porque llegan a toda España. En perfecto estado y riquísimas. Eso sí, hay que pedirlas con 48 horas de antelación. Te garantizamos que están para chuparse los dedos y que alegrarán la sobremesa  a todo el mundo. Ah, y las hay de diferentes precios y tamaños. Más fácil imposible.

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Tarta de queso
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Tarta de queso del restaurante China Crown

China Crown

Lo de esta restaurante de la calle Don Ramón de la Cruz es de traca. O, mejor, lo es lo de su tarta de queso. Porque, para empezar, no la elaboran solo con un tipo de queso sino que emplean tres: idiazabal, azul y cremett. La mezcla va sobre una galleta hecha a base de pan de jengibre, clavo de olor y nuez moscada. Una fiesta de sabores a la que se suma un toque ácido en boca gracias al mango que la acompaña y un ligero sabor picante proveniente de la pimienta de Sichuan. Creénos si te aseguramos que el resultado final es para repetir una y otra vez.

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Tarta de queso de TATEL
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La mejor tarta de queso de Madrid está en TATEL

TATEL

El pasado verano fue elegida Mejor Tarta de Queso de Madrid. Y lo merece, porque la verdad es que nos encanta. De hecho, nos gustaría saber cómo lo hacen, pero obedece a una receta familiar que en TATEL (Castellana 36) parecen guardar bajo siete llaves. Sí sabemos que esta delicia se elabora con los dos pilares obligados: base de galleta y crema de queso. Simple y espectacular. El acompañante es también digno de mención: un helado de leche ahumada que consigue que casi se te caiga la lagrimita cuando pruebas el conjunto. Si quieres cajar una tarta que juega sin complejos en las grandes ligas, esta es tu mejor elección.

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Tarta de queso de Le Macao
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Tarta de queso de Le Macao

Le Macao

La historia de esta tarta que puedes degustar en Castellana 95 es cuanto menos curiosa: los responsables del restaurante (su especialidad es la mezcla de gastronomía oriental y occidental, por cierto) probaron diferentes recetas pero no les convencía ninguna. Fue una de sus empleadas la que al final cedió la suya propia, que triunfó desde el minuto uno. Hoy conforma uno de los postres más demandados de Le Macao, además de un secreto solo compartido por el personal y disfrutado por toda la clientela. Algo muy, muy singular.

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Tarta de queso de Zielou
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Tarta de queso de Zielou

Zielou

El restaurante de la madrileña estación de Chamartín lo vuelve a hacer: darle un twist a una receta tradicional para crear propuestas realmente únicas. En este caso, la base de la tarta se elabora con queso La Peral, al que hay que sumarle pistacho. Todo ello queda resumido en el nombre que le han dado al postre: Chessetaccio. Y es que además, se sirve con halado de pistacho, que hace las veces de perfecta guinda para una tarta redonda. Desde el restaurante, sin embargo, nos cuentan que el verdadero secreto de Chesstaccio no reside en el empleo del fruto seco sino en el tipo de queso. Una variante semiazul, elaborado de manera artesanal en tierras asturianas. Placer máximo.

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