En el mundo de la belleza no todo son sérums y cremas. Hay muchos factores que entran en juego, tanto para 'estropear' nuestra piel, como para cuidar de ella. Seguro que estás harta de escuchar que "una vida saludable y una dieta equilibrada son el mejor antiedad que no se pueden comprar". Pues déjame decirte que es completamente cierto.

La buena noticia de esto es que, lejos de lo que puedas pensar, no, no hace falta que te mates en el gimnasio ni te alimentes a base de lechuga y tomate para poner en pausa la cuenta atrás de la elasticidad de tu piel, porque hay muchas cosas que puedes hacer más allá de comparte la crema más cara de la farmacia, como, por ejemplo, incluir en tu rutina diaria ingredientes naturales para darle un empujón a tu barrera cutánea.

Las hierbas conocidas popularmente como medicinales, no son milagrosas, pero muchas cuentan con evidencia científica que respaldan su impacto en nuestro organismo. En busca de aquellas que pueden ser un aliado para nuestro cutis, hemos encontrado una que no es muy común en nuestro país, pero que su popularidad en otros continentes nos lleva a considerarla como próximo imprescindible en nuestra ingesta diaria, porque, entre sus propiedades, aseguran estimular la producción de colágeno en la piel.

Té blanco: un aliado antiedad barato y poco conocido

Infusiones y té blanco
@alexandrapereira

Seguro que has escuchado hablar del té verde, todo un top ventas en España, y también te sonará el té negro, un representante internacional del clásico english breakfast, pero no todo el mundo ha oído hablar del té blanco.

Aunque, si todos son tés, ¿qué diferencia hay entre unos y otros? La respuesta es más sencilla de lo que seguramente crees, y es que lo que determina las prioridades de cada variedad es el tratamiento de sus hojas, que provienen de la planta Camellia Sinensis.

  • El té verde se elabora con las hojas completamente desarrolladas, de ahí el nombre de té verde. Se tuestan y se dejan secar en una habitación a oscuras, pero ventilada, para evitar la oxidación, lo que conserva su poder antioxidante.
  • El té negro, en cambio, se deja secar al aire libre hasta su completa oxidación, proceso que destruye el poder antioxidante de sus hojas, pero, contiene mayor cantidad de teína en comparación al resto. Una opción estupenda para las que buscan sustituir al café.
  • En el caso del té blanco, tal y como explica el farmacéutico Eduardo Senante: "La principal diferencia es que el té blanco proviene de una hoja de té inmadura. Es decir, que se recoge antes de que la flor del té florezca por completo". Las hojas se recogen nada más brotar, se secan al sol y no conllevan apenas procesado, por lo que conservan todo su potencial antioxidante y los polifenoles prácticamente intactos. 

Hay más tipos de tés, como el rojo o el azul (té oolong), pero apenas se consumen en España.

Poder antioxidante y antiedad

Gracias a que el té blanco no requiere prácticamente procesamiento, es una gran fuente de catequinas, unos polifenoles naturales que, tal y como explica el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos: "Ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres".

"Los polifenoles, lo que hacen es ayudar a proteger las células frente al daño oxidativo. Todo lo que sea antioxidante, todo lo que sea neutralizar radicales libres, siempre va a redundar en una menor oxidación de nuestro organismo, entre ello también de nuestra piel. Con lo cual, el envejecimiento va a ser, digamos, más ralentizado o menos visible" explica Senante.

El farmacéutico también añade que una comparativa entre diferentes tipos de tés, mostraba que el blanco era de los que mayor capacidad neutralizada de radicales libres tenía -si no el que más-. Es decir, mayor acción antioxidante frente a otros tipos de tés.

Otro de los motivos por el que el té blanco será la bebida favorita de tu piel es por su capacidad para la síntesis de colágeno (NIH, 2004). Las responsables son una vez más las catequinas que, junto a su capacidad para combatir radicales libres, son un potente antioxidante que la comunidad científica y el mercado de la cosmética siguen su evolución muy de cerca, pero que ya podemos disfrutar de sus beneficios, sobre todo en esta variedad de té.

"Sí que se ha visto que podría tener un efecto de envejecimiento en la piel. En varios estudios se ha demostrado cómo la ingesta de té blanco puede ya ayudar a bloquear, en parte, las enzimas que destruyen el colágeno, que descomponen el colágeno y la elastina. Con lo cual, vamos a tener una piel más flexible si disminuimos esta destrucción. Esta inhibición de estas enzimas que destruyen el colágeno y la elastina, unido a esta potencia antioxidante que hemos nombrado anteriormente, es lo que le confiere que el té blanco sea una de las bebidas con mayor potencia de antiedad que se conoce" explica Eduardo.

Cómo y cuándo es mejor tomar té blanco

Al ser un té elaborado con brotes tiernos y muy poca oxidación, tiene muy baja concentración de teína, por lo que, si eres de las que se prepara una infusión antes de dormir, puedes tomarte una taza de té blanco sin que perturbe tus niveles de estimulación. Eso sí, si quieres sacarle todo el partido a sus beneficios antiage, bébelo por la mañana y en ayunas para absorber mejor sus propiedades.

En cuanto a cómo tomarlo, debes saber que es un té con un sabor muy suave, por lo que es muy difícil que no te guste: "Tiene un sabor más ligero y delicado que el té clásico" apunta Senante. En China se toma con trozos de fruta para darle un toque dulce o cítrico. La canela es también una especia ideal que lo complementan muy bien.