Los sérums son tratamientos tópicos que, gracias a su formulación concentrada, son capaces de llevar los activos directamente a las células de tu piel. Son shots de ingredientes que se encargan de tratar problemas específicos y que gracias a su textura, se absorben mejor y comienzan su trabajo de inmediato, ya que no tienen ingredientes extra que dificulten su acción.

Dado que uno de los inconvenientes de la edad es la pérdida de firmeza, debido a la disminución de colágeno natural, los sérums que contienen este ingrediente son buenas opciones para compensar esta pérdida. En especial en mujeres de más de 50, que ya notan los estragos de la flacidez en su rostro.

¿Por qué es importante el colágeno?

El colágeno es un componente clave para mantener la elasticidad y la firmeza de la piel. A medida que envejecemos, su producción natural en nuestro cuerpo disminuye, y esto lleva a la pérdida de firmeza y la aparición de arrugas. La aplicación tópica de sérums con colágeno es una solución perfecta para estimular la producción de colágeno y mejorar la apariencia de la piel, reduciendo la flacidez y las líneas finas.

Manual para escoger un sérum de colágeno

Sabemos que el sérum es el aliado perfecto para lograr resultados eficaces en menos tiempo, sin embargo, ante tanta variedad de activos, combinaciones y funciones, es normal sentirse confundida a la hora de escoger uno. Si tienes claro que lo quieres con colágeno, ya llevas algo de ventaja, aún así te ofreceremos unas pistas para escoger uno u otro.

  1. Fíjate en los ingredientes adicionales. Además del colágeno, verifica los demás componentes que se encuentran en el sérum. Los más populares son el ácido hialurónico, péptidos, vitaminas y antioxidantes. Estos ingredientes pueden complementar los beneficios del colágeno y proporcionar una acción más completa para la piel. 

  2. ¿Cuál es tu tipo de colágeno?. Hay diferentes tipos que se utilizan en los productos de skincare: colágeno tipo I, II y III. El colágeno tipo I es el más común y se encuentra en la piel, mientras que el tipo II se encuentra en las articulaciones y el tipo III en los vasos sanguíneos y los tejidos conectivos. Verifica qué tipo de colágeno se utiliza en el sérum y comprueba si es adecuado para tus necesidades específicas.

  3. Ojo a la concentración. Comprueba el porcentaje de colágeno. Cuanto mayor sea, más potente será su efecto en la piel. Sin embargo, ten en cuenta que la piel tiene sus limitaciones para absorber grandes moléculas de colágeno, por lo que una concentración excesivamente alta puede no ser necesariamente más efectiva.

  4. Busca calidad. Apuesta por marcas de confianza y productos de calidad. Investiga sobre la reputación de la marca y lee reseñas de otros consumidores para obtener información sobre su eficacia. Así al menos tendrás referencias.

  5. Fíjate en su formulación y textura. En general, los sérums tienen texturasligeras y fluidas, pero no todas tienen la misma densidad, algunas son más ligeras que otras y de más rápida absorción. Elige la tuya.

  6. Busca que la formulación se adapte a tu tipo de piel y preferencias personales.

  7. Ten en cuenta tus objetivos específicos y necesidades a la hora de elegir un sérum. Pregúntate si deseas mejorar la hidratación, reducir las arrugas o aumentar la elasticidad y encuentra un sérum que esté diseñado para abordar esas preocupaciones.

10 sérums con colágeno