Las dermatólogas se ponen de acuerdo: necesitas una crema con retinol para rejuvenecer el rostro

Si no has oído hablar del retinol es que no te preocupas nada por tu piel. Es uno ingredientes cosméticos más famosos por su efectividad en diferentes aspectos que nos preocupan de forma especial. Hablamos de arrugas, flacidez, manchitas, acné... 

Pero dentro de la fama de súper héroe que tiene el retinol también descubrimos algunos inconvenientes y dudas sobre su uso. Para despejarlas preguntamos a tres expertas que tienen muy claro que lo necesitamos en nuestra rutina cosmética si queremos combatir los efectos de la edad.

Palabra de dermatóloga: incluye retinol en tu vida

"El retinol es considerado el Santo Grial de los activos antiedad por múltiples (y demostrados) beneficios sobre la piel. Entre los derivados de la vitamina A, el retinol es reconocido como el más efectivo disponible sin receta médica. Otros derivados de la vitamina A, como el retinal, no se han estudiado tan extensamente como el retinol en cuanto a su eficacia", nos cuenta Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Dra Pérez Sevilla. 

¿Qué es el retinol? 

"Hay que diferenciar entre los distintos tipos de retinoides (derivados de la Vitamina A) que existen, cada uno con un uso diferente. En dermocosmética, las moléculas que se usan más comúnmente en las formulaciones son: Retinil palmitato, Retinol, Retinal, Ácido Retinoico, Retinil Retinoato. El problema es que el ácido retinoico, como tal, es un ácido que sensibiliza mucho la piel a los efectos de los rayos UV, y puede producir sequedad, descamación, prurito, exantema y/o fragilidad dérmica. De ahí que siempre se suelan utilizar sus precursores a diferentes concentraciones", añade Inmaculada Canterla, Directora de la clínica Cosmeceutical Center y farmacéutica especializada en dermocosmética y antiaging. 

Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto nos dan algunos datos para diferenciar retinoides por su potencia. "Dentro de los retinoides, el retinol en cuanto a potencia está por debajo del ácido retinoico y retinal; y por encima de los derivados de retinol como Retinyl Palmitate y el Retinyl Acetate. Es 10 veces menos potente que el ácido retinoico, pero se tolera mejor".

Beneficios de usar retinol 

Todas las expertas consultadas coinciden en la demostrada eficacia del retinol en diferentes aspectos y problemas cutáneos: 

• Lucha contra los signos de la edad (arrugas, líneas de expresión, flacidez, etc). 
• Estimula la renovación celular.
• Estimula la síntesis de colágeno y elastina dando firmeza y elasticidad a la piel.
• Estimula la síntesis de ácido hialurónico, más hidratación. 
• Regula la secreción de grasa, mejorando así los poros dilatados.
• Inhibe la producción de melanina, atenuando las manchas.
• Combate los radicales libres.
• Reduce las imperfecciones, alisando la piel.
• Aumenta la luminosidad.
• Mejora (y previene) los brotes de acné.

"Todo esto se traduce en una piel con más luminosidad, tono más unificado, menos arrugas, mejoría en textura y poros, aumento del espesor de la epidermis y, por su efecto sebo regulador, mejoría del acné", explican las expertas de la Clínica Mira+Cueto.

Cómo comenzar a usar retinol (la retinización) 

Las doctoras Mira y Cueto nos explican que indican a sus pacientes una pauta ascendente que significa ir poco a poco comenzando con dosis bajas de retinol e ir aumentándolas progresivamente según tolerancia de la piel. "La piel tiene que ir acostumbrándose para evitar efectos secundarios (enrojecimiento, irritación...). Es lo que llamamos proceso de retinización", aseguran.

Una de las pautas más habituales de hacer la retinización es la que nos explica Arantxa Arana. "Una o dos veces por semana para comenzar y siempre por la noche. Luego cada dos días durante dos semanas, para llegar a la aplicación diaria. No es fotosensibilizante, pero su acción queratolítica hace que la piel sea más sensible al sol, por lo que es mejor usarlo por la noche y aplicar protección solar de amplio espectro por la mañana y, por su puesto, reaplicarla cada dos horas". 

Lo ideal es acudir a un especialista que decida cómo debes comenzar a usar retinol porque, como explica Inmaculada Canterla, no siempre será igual en todas las personas. "A veces en escalera y progresiva y gradual, ordenando 2 noches en semana, para ir aumentando a 3 noches… No se puede hablar de forma genérica sin el contexto del producto, el resto del tratamiento y el tipo de paciente. Estos tres factores son la clave para decidir cómo se hace la introducción". 

Mira y Cueto coinciden también en esa necesidad de que un experto dirija este proceso. "Es mejor empezar por un % bajo y que toleren todo tipo de pieles, como un 0.3% y, después, a medida que la piel se va retinizando, subir a un 1%".

¿Cuánto tarda el retinol en hacer efecto? 

No podemos ser impacientes con los resultados del retinol en nuestra piel. Tendremos que ser constantes y aplicadas en el tratamiento indicado para nuestras necesidades. "Dependerá de cada persona y su renovación celular. El retinol acelera dicha renovación, por tanto, aproximadamente en el plazo de un mes debería empezar a notarse las bondades de este principio activo", explica Arana.

Por su parte, Inmacula Canterla añade que a todos los tratamientos hay que darles unos meses de recorrido. "No solo a un producto, me refiero al tratamiento integral y bien combinado día y noche. Yo no hablo de productos aislados, es absurdo. Por tanto, cuando ponemos un tratamiento, es para 3 o 4 meses. Por ejemplo, en el caso del retinol a mí me gusta iniciarlo por ejemplo de octubre/noviembre a febrero. Pero esto no se debe generalizar, depende del caso".

Con qué activos hace combinar el retinol 

Cuando compramos un cosmético cada vez más buscamos qué ingredientes lleva. Estas combinaciones de activos son las que nos hacen decidirnos por unos u otros. Hay algunas realmente interesantes para conseguir resultados visibles. ¿Quiénes se llevan bien con el retinol? preguntamos a las dermatólogas. 

"El retinol hace buen tándem con principios activos que tengan una función barrera, es decir, que fortalezcan la barrera protectora de la piel para evitar la pérdida de agua transepidérmica y, por tanto, la deshidratación, además de recuperar los niveles óptimos de hidratación. Estos son, por ejemplo, las ceramidas, la niacinamida, el ácido hialurónico o la centella asiática, también conocida como cica", explica Arana. Canterla añade la vitamina C de día. "De hecho, en muchos casos, el retinol y la vitamina C trabajan en sinergia apoyándose entre sí para optimizar una los efectos del otro", explica.

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