Seis restaurantes para celebrar el Día del Padre en Madrid

Un restaurante que comenzó en Mallorca gracias a los hermanos Paul y Arthur Barbaud y que triunfa en el centro de Madrid. Su especialidad es la comida de raíces mexicanas y californianas en un ambiente divertido y un poco ‘canalla’. Aquí se viene a compartir platos (nachos, tacos, quesadillas… todo con diferente nivel de picante) y a probar cócteles deliciosos.

Lo mejor, aparte de la mezcla de sabores, es que hay diferentes espacios. ¿Que quieres estar cerca de la barra en todo el meollo? Hecho. ¿Prefieres un reservado o un rincón más tranquilo? También. Si a tu padre le gustan los sitios informales, la música, el tequila y esas sobremesas que se alargan, tienes que llevarle a Primo (Carrera de San Jerónimo, 32).

Un nuevo italiano que rompe el concepto intimista y familiar de muchos de los restaurantes de inspiración transalpina que se aposentaron en Madrid a partir de los 2000. Aquí todo es práctico (desde el momento de pedir; ya lo verás), rápido y muy rico. Un lugar ideal para los amantes de la gastronomía del país de la bota pero también para aquellos que buscan un restaurante de última hora que deje huella.

Y para bien, porque aquí la pasta está muy rica, los aperitivos son excepcionales, las pizzas artesanas para chuparse los dedos y los postres ídem. ¿Su ventaja? Gustará a todos. Y eso es ya de por sí una razón de peso para ir. Está en la calle del General Díaz Porlier número 57.

Triunfó en Barcelona y desde que su artífice y chef, Daniel Roca, expandió el concepto a Madrid, Barra Alta se ha convertido en uno de los place to be del barrio de Salamanca (está en Lagasca 19). Aquí tiene cabida todo tipo de público y cuando vayas lo verás: familias, amigos, colegas de trabajo en afterwork… ¿La excusa? Disfrutar de un tapeo de altura como pocos.

En el menú, desde ostras en diferentes versiones hasta croquetas, patatas bravas o brioche de calamares. Dicho así lo mismo te parece ‘lo normal’, pero creénos si te decimos que no lo es: en Barra Alta hay preparaciones de gastronomía muy elevada aplicadas a la cocina tradicional. Apunta también la ensaladilla de bogavante o la ventresca de salmón, por poner solo dos ejemplos (es muy difícil elegir). Y de postre, tarta de queso o/y chocolatada. Los más foodies se lo pasarán en grande.

¿Tu padre es popero o roquero? Los sábados y domingos, a partir de las 13, Barbara Ann Sol  (Cedaceros 3) abre sus puertas al brunch con más ritmo de Madrid. Vale, tendrás que esperar al fin de semana para celebrar a papá como merece, pero compensará.

Al ritmo de la banda sonora compuesta por clásicos de la música moderna (de esos que nunca pasan de moda) podréis disfrutar de un desfile de platos en el que no faltan taco de cochina pibil, huevos benedict, miniburguers, burrata o bao de rabo de toro. Para rematar –además de llevarte la alegría en el cuerpo–, pancakes, tarta de queso… Irresistible. 

Trotamundos, el lobby del Only YOU Hotel Atocha, viaja virtualmente hasta Japón para ofrecernos/ofrecerte una experiencia diferente. Se trata de la tradición Omakase, que sería algo así como ‘ponerte en manos del chef’, esto es, tú eliges el cóctel disponible y el chef propone la pieza de sushi para acompañar.

Además, hay música en directo y los jueves una maestra en Shodo (arte de la caligrafía japonesa) obsequiará a los presentes con el significado de sus nombres escritos en japonés. El precio de cóctel y dos nigiris es de 19 € y la experiencia se promociona como afterwork (comienza a las 18). A partir de ahí, todo es entregarse a la diversión. 

Si apuestas por las sorpresas, este es tu lugar. A ver, no es que Tatel sea nuevo; de hecho, lleva años asentado en Madrid (y en otras ciudades) con gran éxito. Su receta de mezclar la cocina fusión con música –también en directo– funcionan estupendamente bien. De hecho, han convertido en míticos platos como su tortilla con trufa.

Lo peculiar ahora es que han sacado otra ‘rama’, que se puede disfrutar en el mismo local de Paseo de la Castellana 36 y que se llama Tatel Fuera de Carta. En su propuesta, productos de temporada y lo mejor que el mercado ofrezca ese día. Pescados exquisitos, carnes sabrosísimas, verduras en su punto… Atreveos, pedid y, si buscáis algo de la carta ‘ordinaria’ no dudéis en lanzaros.