Restaurantes buenos, bonitos y baratos para comer en el día de la croqueta

Ya sabemos que Café Comercial es un clásico desde hace tiempo -134 años, para ser más exactos-. Un lugar castizo y bonito que nos encanta. También sus croquetas, perfectas para el aperitivo o para un picoteo. Las suyas son de jamón ibérico o de camarones. Según lo que nos apetezca.

Es uno de los "bares" más bonitos del Barrio de Salamanca. Pero no es un bar al uso, es uno de esos sitios tan bonitos que ofrece Madrid. La decoración tiene el sello de Lázaro-Rosa Violán. Las croquetas que hay que pedir aquí son las de jamón -llevan jamón cortado a cuchillo- y las de rabo de toro, que están guisadas con verduras y vino tinto.

Es un clásico de toda la vida. Uno de esos sitios con solera que nos encanta y que es genial si no conoces demasiado Madrid. Se sitúa en plena Malasaña, y además de sus magníficas croquetas de jamón, son estupendos sus pinchos de tortilla. Imprescindible tomarse un vermú con las croquetas.

Obtuvieron el premio a mejor croqueta, así que no pueden no estar en este listado. Las croquetas tienen el sello del chef Miguel Carretero. ¿Por qué es tan buena? La bechamel lleva mantequilla asturiana, lleva mucho jamón infusionado con leche... Se nos hace la boca agua.

Es otro de esos sitios castizos que nos gusta y en el que se come bien, donde hay platos de toda la vida pero con un twist. Tienen una dirección en Salesas, pero han abierto otra en Chamartín. Aquí hay que pedir las croquetas de rabo de toro, que como el resto de la cocina, están buenísimas. Tienen el sello del chef Guillermo Salazar.