El 28 de mayo es el Día Internacional de la Hamburguesa y toca hacer un poco de historia. Si te lo preguntaran, dirías que este plato es un invento americano.
Sin embargo, la ciudad de Hamburgo, en Alemania, insiste en que es una creación propia. Y no va desencaminada porque, de hecho, los trabajadores portuarios de la urbe solían llevarse para comer una especie de sándwich redondo hecho con sobras de carne del día anterior y unas cuantas cosas más (todavía se puede degustar en algunos establecimientos de Hamburgo). La verdad es que da el pego. Y teniendo en cuenta que hubo mucha emigración del viejo al nuevo continente, es posible que algún nativo de la ciudad hubiera exportado la gran idea y que esta acabara germinando allende los mares. Sea como fuere, lo cierto es que las leyendas que circulan sobre la creación de la reina de la comida rápida sitúan el origen en el preciso momento en el que a alguien se le ocurrió colocar un filete redondo entre dos panes. El debate estriba en quién fue ese alguien, porque casi cada estado de Estados Unidos cuenta con un padre de la criatura con nombres y apellidos. Uno de los más famosos es Louis Lassen, natural de New Haven (Connecticut), que tenía una especie de foodtruck de la época a las puertas de una fábrica y a quien un cliente le pidió para comer algo “rápido y delicioso”. Se ve que Lassen tiró de despensa y creó la hamburguesa. Aunque también hay otro señor, texano para más señas, que obedece al nombre de Fletcher Davis y a quien sus paisanos reconocen el honor de estar tras la idea. Sea como fuere, lo que sí está comprobado es que a finales de los años 20, comienzos de los 30, nació la primera cadena de hamburgueserías.
Una década más tarde llegaría McDonald’s y, diez años después, aterrizaría Burger King para goce de los cada vez más afectos a la carne entre panes.
Feliz día a todos.