Letizia Ortiz lleva un vestido con estampado de cuadros de rebajas

19 de noviembre de 2018, 13:39

Si el cine es el séptimo arte, la moda se disputa con otras disciplinas el puesto como octavo. Un protagonismo que de nuevo adquiere relevancia gracias a la presencia de los reyes en el Museo del Prado para presidir el acto inaugural de las celebraciones del Bicentenario de su inauguración. Y de nuevo, entre obras maestras de Velázquez, Goya o Rembrand, Letizia Ortiz ha ofrecido su particular maestría en el arte del vestir.

Después de que la royal nos sorprendiera a todos rompiendo una de esas leyes no escrita sobre estampados a rayas y que apostara por un look boho de la firma Intropia para un evento oficial,todos estábamos esperando cuál sería el estilismo elegido para asistir a la cita con la cultura con mayúsculas.

El look de Letizias Ortiz para el Museo del Prado

Así lo ha hecho para inaugurar la exposición Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria, que propone un recorrido por la historia de un museo que ha servido para que escritores, intelectuales y artistas nacionales e internacionales reflexionen sobre nuestro pasado y nuestra identidad colectiva.

Una ocasión en la que Letizia Ortiz ha vestido un modelo de Pedro del Hierro con escote acabado en flecos, cinturón y estampado de cuadros... como lo lees y oyes. ¿Habrá sido este el guiño a la pinacoteca en la conmemoración de sus dos siglos de historia? Lo que está claro para la royal es que el estampado de cuadros es una de las tendencias más poderosas de la temporada.

Un vestido con un print vichy en rojo, amarillo y azul sobre fondo blanco que puedes comprar en la web de la firma española a un precio rebajado: antes 159,00 €, ahora 143,00 €. Un diseño que parece más cercano a los cuadros de Mondrian que cuelgan de las paredes del Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía que de las telas que visten a los reyes pintados por los grandes maestros españoles.

La royal ha completado su look con un precioso abrigo beis de Felipe Varela y clutch y zapatos burdeos a juego de Magrit. Ideal, ¿no?