Las 10 mejores escenas con videollamadas de las series de televisión

Conexión perdida (episodio 6x16, 2015)

Pueden presumir de ser los más adelantados tecnológicamente (gracias a Phil Dunphy). Modern Family fue la primera serie en sacar un iPad en uno de sus episodios antes incluso de que se pusiera a la venta. Así que si hablamos de videollamadas, no iban a ser menos. Conexión perdida es un episodio que transcurre por completo desde la pantalla del ordenador de Claire Dunphy. Se ha olvidado el móvil y necesita localizar a su hija Hailey, para hacer las paces tras un absurdo enfado. Al abrir todo tipo de aplicaciones mientras contacta con el resto de la familia nos damos cuenta de la adicción que puede crear la tecnología.

Por ejemplo, mientras habla por FaceTime con su marido Phil, él juega a un videojuego y ella hace búsquedas en Google. En la misma temporada, el episodio 24 llamado Skyper americano va un poco más allá. Como Phil se ha quedado en Seattle por temas de trabajo cuando el resto de la familia celebra la graduación de su hija Alex él decide estar presente gracias a un robot de telepresencia, o lo que es lo mismo, un iPad sujeto a una estructura con ruedas, un invento muy recurrente en la ficción televisiva como veremos en esta lista.

Cuatro temporadas (2011-2015)

Tras Friends, la serie más conocida de Lisa Kudrow es Web Therapy que, como su nombre indica, se centra en la terapia online que promueve su personaje, la doctora Fiona Wallice. En todos los episodios, desde el primer segundo, Fiona rompe la cuarta pared y nos mira a nosotros, los espectadores. Lo hace desde la pantalla de su ordenador que se divide en dos ventanas, la suya y la del paciente en cuestión, que también parecen hablarnos.

Lo más interesante es descubrir a esos clientes que no son otros que amigos y colegas de la actriz, empezando por el reparto de Friends –salen David Schwimmer, Matthew Perry, Matt LeBlanc y Courteney Cox–los cómicos Billy Crystal y Steve Carell, Jon Hamm (Mad Men), Gwyneth Paltrow, Meryl Streep o Meg Ryan, entre otros. Si te parecen pocos episodios, también contó con su versión en España protagonizada por Eva Hache, y con cameos de actores como Quim Gutiérrez, Natalia de Molina, Hugo Silva, Clara Lago, Candela Peña, Anna Castillo o Carlos Areces.

Caída en picado (3x1, 2016)

La visionaria serie Black Mirror expone el mal uso que de las tecnologías podríamos hacer en el futuro. Algunos de sus episodios cuentan con conexiones telemáticas de todo tipo. En el episodio 3x1 se critica la obsesión por ser aceptados por los demás a través de aplicaciones que puntúan nuestros actos como si fuéramos servicios como Uber. La protagonista (Bryce Dallas Howard) vive exclusivamente para ganar estrellas, cuantas más tenga más popular será. Y descubre que una amiga de toda la vida con la que dejó de hablarse se va a casar.

Contacta con ella a través de una especie de FaceTime, en una gran pantalla que tiene colocada en la cocina, porque en el futuro nos veremos rodeados por pantallas. La novia, interpretada por Alice Eve, presume de casoplón en la isla donde se va a casar, luciendo un escueto bikini mientras sonríe a cámara. Una llamada no hubiera mostrado el nivel superior en el que vive la novia, así que a través de la videoconferencia nos damos cuenta que la protagonista quiere llegar a ese nivel de lujo y popularidad y haría lo que fuera por ello. Lo triste es que se compara con personas que, en realidad, fingen ser felices.

I Was Flying (1x1, 2020)

Una videollamada también puede servir para todo lo contrario: entorpecer la transmisión. En la serie de ciencia-ficción Avenue 5 la tripulación y turistas de una nave espacial vacacional que se dirige a Saturno se comunican con la Tierra gracias a un sistema por cámaras cuyo retorno no está del todo ajustado, así que todas las escenas que se suceden en la nave llegan con un retardo de 26 segundos. Lo mismo ocurre al contrario. De esta manera, cuando en la nave se produce un fallo técnico que provoca un frenazo por el que todos salen volando, desde la Tierra ven las imágenes del caos como si de una peli de cine mudo se tratara, sin saber muy bien qué ha ocurrido, lo que es absolutamente delirante.

En el tercer episodio (I’m a Hand Model), el capitán, que está casado con un hombre y una mujer, conecta con ellos dos al mismo tiempo, pero el retardo también provoca que se pisen las conversaciones y dé como resultado un extraño diálogo que deriva en ruptura. Eso sí, todo ello aderezado de bastante ironía.

Episodio 89 (5x8, 2019)

Además del uso que se le pueda dar en las tramas culebronescas de Jane the Virgin, la conexión con las cámaras del móvil es puro product placement en esta serie. En la última temporada, la protagonista no sabe cómo rematar el libro que está escribiendo. Mientras se debate por descubrir cuál será ese gesto romántico que sirva como gran colofón, su padre Rogelio, actor de telenovelas y, por tanto, experto en la materia, intenta ayudarla a encontrarlo.

En la misma entrega, en el episodio 5x16 (Episodio 97) vemos una secuencia parecida en la que Jane conecta con esta misma aplicación tanto con su madre como con su abuela, esta vez para que Jane pueda ver a su hijo.

La llamada la realizan ambos con sus smartphones de Google, a través de la aplicación Google Duo. Jane escribe en el ordenador y Rogelio, siempre tan coqueto, cuida de su hijo al que tiene en brazos, haciendo malabares con el bebé y el móvil en el que se mira como si fuera un espejo.

Has mirado (1x3, 2019)

El toque picante en la lista lo pone esta serie sobre adolescentes. En el episodio Has mirado, dedicado a Kat, el personaje interpretado por la modelo de tallas grandes Barbie Ferreira, ella descubre con temor que se ha viralizado un vídeo sexual de su primera vez. Tras el primer susto, comprueba por el número de visualizaciones y comentarios que los hombres desean sus curvas, y que, además, se puede ganar dinero con ello.

Así es como Kat se oculta tras una máscara felina y contacta con uno de estos admiradores a través de la webcam de su portátil. La serie demuestra que conectarse en remoto aporta seguridad si estás en un momento de tu vida vulnerable, puedes esconderte tras el disfraz y ser quien tú quieras. También que este tipo de videoconferencia roza en ocasiones el exhibicionismo y la provocación, y destapa la facilidad que existe de intercambio sexual virtual entre adultos y adolescentes.

Leyes de la robótica y derechos de fiesta (6x5, 2015)

En la escuela de Community se encargan en el episodio Leyes de la robótica y derechos de fiesta de analizar desde el humor surrealista todas las posibilidades de reinserción que ofrecen los robots de telepresencia. Según una inversora del centro, estos aparatos están revolucionando el mercado privado. La idea es dejar que los reclusos de una cárcel tomen clases a distancia.

Además de beneficiarse de una suma generosa de dinero como incentivo, no deberán temer nada pues los prisioneros no necesitan vigilancia ni ninguna otra atención especial. Así que los reclusos efectivamente son presentados a través de pantallas de iPad en postes, sin moverse de la celda. Uno de ellos, a pesar de que en realidad no está allí, amenaza a uno de los profesores al que intenta tirar por una escalera empujándole con el iPad. Al final del episodio asistimos hasta a una pelea insólita entre dos de estos robots de telepresencia.

Todo llega a su fin (5x1, 2014)

En el bufete de The Good Wife hemos visto prácticamente de todo. No podía faltar el robot de telepresencia que aquí se usa para un tema legal bastante peliagudo. El caso del episodio Todo llega a su fin se centra en un preso condenado a la pena de muerte cuya ejecución sale mal y sus abogados tienen tiempo para apelar por un aplazamiento. En una de las reuniones más importantes en las que se han visto involucrados los personajes, uno de ellos se conecta a través de teleconferencia desde casa.

Pero, como no están acostumbrados a estos robots, nadie está muy atento, y el aparato choca con la pared, necesita que le abran la puerta, hasta a la protagonista (Julianna Margulies) no le queda más remedio que agarrarlo por el palo con si fuera una escoba y meterlo en la sala de juntas. La pantalla muestra la cara de una tal Mónica de litigios, que tampoco debe saber mucho del tema porque la conexión se corta y en medio de una interferencia aparece una cabra balando.

La amplificación de las verduras crucíferas (4x2, 2010)

Nadie como Sheldon para pensar en la solución más acertada. En el episodio La amplificación de las verduras crucíferas, el genio freak inventa un dispositivo móvil de presencia virtual, dice, que no es otra cosa que un robot de telepresencia, fabricado con una pantalla y un robot con ruedas al que le añade una de sus características camisetas de superhéroe. Sheldon se obsesiona con que su cuerpo es frágil, teme morir en un accidente, así que decide que, hasta que pueda transferir su conciencia de forma segura, se comunicará así con el mundo. En realidad, Sheldon está escondido en su habitación, tumbado en su cama. Aún así sigue haciendo su vida normal.

Leonard le lleva en el coche al trabajo y a través de la pantalla puede transmitir, además de su cara, otras imágenes. Pero todo le sale mal. Howard se ríe de su ocurrencia apodándole R2Dmente y Penny no le sirve nada de comer porque no está presente. Su estrategia de evitar los gérmenes a través de videoconferencia llega a su fin cuando tiene la posibilidad de saludar en persona a uno de sus ídolos.

Presidente ejecutivo… ¡Jo! (14x15, 2003)

Es regla matemática que si no apareces en Los Simpson no eres nadie y de que cualquier gadget o situación imaginable ya habrá tenido su momento de gloria en la serie. En efecto, en 2003, Homer Simpson se conectaba vía videoconferencia con su familia. Ocurría en el episodio Presidente ejecutivo… ¡Jo!, insólito también porque el incombustible señor Burns decidía retirarse. En su lugar al frente de la central nuclear colocaban al patriarca de la familia amarilla que, como no tenía tiempo, contactaba con Marge y los niños a través de la webcam de su ordenador. Lo hacía durante la cena, y, aunque explicaba que ellos eran lo más importante de su vida, la conexión fallaba y solo se le oía farfullar sobre comida. En un momento un tanto extraño también en el que Bart se comporta como un hijo ante un padre ausente, el chaval le echa en cara que le prometió jugar con él esa noche. La solución de Homer es que bese el monitor donde aparece su cara. ¡Y Bart besa la pantalla! Memorable.