No sigas buscando: estos son los restaurantes más cool de Madrid

Gran cocina, gran decoración y gran ambiente. ¡Lo tienen todo!

16 de noviembre de 2022, 15:57

Si ‘googleamos’ la palabra cool encontramos una definición que nos habla de algo que está de moda o resulte atractivo. Ambas cosas (estar de moda y resultar atractivo) las reúnen estos cuatro restaurantes que hemos probado y nos han encantado. Todos. Cada uno en su estilo –sí, son muy diferentes– reúnen ambientazo, una decoración singular y unos platos que destacan por salirse de lo habitual, cócteles incluidos. Pruébalo; lo merecen. Y acuérdate de reservar antes, porque lo que sí nos han dicho es que suelen estar llenos siempre.

Rincón de Doña Luz con vistas a la Puerta del Sol. D.R.

Doñaluz. Es uno de los rooftops más codiciados de la capital por su ubicación (apenas a unos pasos de la Puerta del Sol), pero también por su espíritu ‘canalla’ y desenfadado y su cocina de alma colombiana y vocación cosmopolita. Y es que en este restaurante, escondido en lo más alto del B&B Hotel de la calle Montera número 10, encontrarás arepas, tequeños de guayaba o ceviche, pero también ensalada de burrata, niguiris, poke bowl o croquetas de rabo de toro, por nombrar unos cuantos ejemplos. Como acompañantes necesarios, su larguísima selección de bebidas donde los cócteles ponen la guinda feliz. Un restaurante/terraza que es ya parada necesaria para colmar tus ganas de vivir un afterwork diferente o un encuentro de fin de semana en pleno centro de Madrid, donde la buena música y las animadas charlas sustituirán al bullicio de Sol. Imprescindible.

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Arroz meloso de pato y trufa del Inclán Brutal Bar. D.R.

Inclán Brutal Bar. También muy cerca de Sol –en la calle Ávarez Gato– hallamos este bar/restaurante que es locura. Así, de primeras dadas, lo que te encuentras al entrar es una explosión de color y una especie de selva tropical que agudiza los sentidos. Querrás verlo todo, oírlo todo, pero también olerlo y saborearlo todo. Y por todo entendemos cosas tan pintorescas como sus cócteles (Cruela de Vil, Joker, Manda huevos… servidos en envase como poco curiosos y que, así como detalle, están buenísimos) o platos que son ya favoritos de la clientela, caso de las zamburiñas o el arroz meloso con pato y trufa. Además, de vez en cuando organizan cosas muy originales, pero no te vamos a decir nada para no chafarte la sorpresa. Ah, y como apunte contarte que se llama Inclán en honor a Don Ramón del Valle Inclán y sus Luces de Bohemia, donde el Callejón del Gato (localización de este siempre ameno y divertido restaurante) es otro protagonista más.

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Benedetto Ristorante. D.R.

Benedetto Ristorante. Dentro de ese mundo de oropeles que es Fortuny Home Club (en el número 34 de la calle del mismo nombre) encontramos este restaurante italiano que suma un toque de lujo a la cocina transalpina. Eso no implica que Benedetto sea un lugar frío sino todo lo contrario: hay amabilidad, hay muy buena comida y hay una sensación curiosa, como si allí siempre fuera fiesta de nivelón. Quizás sea por esa decoración tan veneciana que se te queda fijada en la retina nada más entrar… O tal vez por ubicarse en uno de los palacios más versátiles de Madrid. En todo caso, lo que de verdad importa en Benedetto Ristorante es la comida. Y aquí se come muy bien. Porque sí, tienes pasta (atenta a los espaguetti al pesto de pistaccio y straciatella) y tiene pizza (imprescindible la Napoletana), pero también otras delicias como un carpaccio maravilloso, unos mejillones que hay que probar y una lubina espectacular. El italiano ideal para ocasiones especiales y, sobre todo, para celebrar muchas cosas además del buen comer.

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Tartar de atún picante del restaurante Tora. D.R.

Tora. Es el japonés del que todo el mundo habla y con razón. Situado en la calle Padilla de Madrid (número 5) y con varios espacios, el lugar más privilegiado de todo el local es la barra donde el chef José Osuna prepara las comandas. Una maravilla verle componer con maestría nigiris, sachimi… Pero esto no es, ni de lejos, lo único que podrás probar en el restaurante que nos ocupa, especializado en alta cocina japonesa. Las ostras son un buen plan para empezar, aunque hay opciones que querrás repetir. Es el caso del usuzukuri de salmón (con salsa de ají amarillo), el tartar de atún picante (al que le suman un huevo frito), gyoza de morcilla (un must) o el temaki de mollejas con salsa tártara que fusiona los sabores de una manera sorprendente. Remata con una torrija, el postre que más recomiendan y que, obviamente, no es lo mismo que una torrija convencional pero está increíble. Además de todo este listado de buenos platos, decirte que el servicio es rápido, te tratan estupendamente y, además, tienen un reservado (en el sótano) aislado de todo y que lo hace especial para cenas/comidas de empresa y celebraciones. Te lo vas a pasar bien.

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