Todas lo hemos imaginado. Muchas lo hemos hecho. Pero sólo a una de nosotras la han condenado.

Nos referimos a la devolución de ropa usada en nuestras tiendas low cost favoritas. Sí, usada. Las tiendas suelen ofrecer un plazo de devolución y/o cambio de esas prendas que nos han encantado vistas en la percha, pero que, una vez en casa, no nos vemos bien con ellas. O que nos han regalado y la talla no llega, así sean de su última colección otoño invierno 2019/2020, el pichi que agotó en tiendas Olivia Palermo o el vestido con lazada como el que ha llevado Letizia Ortiz.

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Normalmente, tenemos hasta un mes de tiempo y solo se exige conservar el ticket de compra y que no la hayamos estrenado más que ante el espejo. Sin embargo, aunque no hay cifras (publicadas) es vox populi que, en más de una ocasión, esa pieza que vuelve a colgar en las tiendas ha sido ya disfrutada.

El plan maestro de la estafadora de Zara

No es algo grave, y firmas como Inditex suelen hacer la vista gorda... salvo que la actuación sea flagrante. Entonces, Amancio se vuelve Sherlock Holmes e inicia su cruzada contra el crimen. Así han cazado a Jackie La destripadora, la shopping killer aragonesa, la devolvedora en serie de Zaragoza. Una mujer que durante seis meses, entre octubre de 2017 y marzo de 2018, confeccionó un plan maestro para vestir a la moda por cero euros (que no cero esfuerzo). ¿No es el sueño de TODAS?

El modus operandi de la señora, ahora condenada a 6 meses de prisión (que no cumplirá por carecer de antecedentes), era tan trabajoso que convierte su caso en único. Según informa el diario Heraldo de Aragón, consistía en comprar prendas, copiar los códigos de barras y las etiquetas de estas para luego pegarlas en prendas antiguas y poder así devolverlas. Y ha sido precisamente esa sofisticación lo que la ha llevado ante el juzgado. Vamos, que se pasó de lista.

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Y es que lo que podría haber pasado por picaresca, esa que a veces practicamos sin hacernos sentir culpables, en su ritual se convirtió en estafa continuada. Por eso, el 30 de septiembre fue juzgada y condenada. La shopping killer negó durante el juicio los cargos, alegando que no sabía coser. Pero la jueza (no sabemos si vestida de Zara), consideró que había materia probatoria en su contra.

Al parecer, en ningún momento del juicio la defensa alegó eximente o atenuante alguno, y ese ha podido ser su mayor error. Porque como cualquiera de nosotras sabe, Zara nos puede volver adictas a la moda y, en ocasiones, hasta un poco locas.