De Galicia nos vamos a Portugal, porque a veces lo que te apetece es conocer sitios nuevos que no impliquen largas horas de viaje pero que te aporten esa preciada sensación de desconexión total que sientes, por ejemplo, cuando sales fuera del país. Y The Oitavos, en Cascais, a una media hora en coche de Lisboa, sabe mucho de desconexión. Se trata de un gran hotel construido en forma de Y y situado en medio de un campo de golf. Sí, es ideal para los aficionados a este deporte, pero no solo para ellos. Por varias razones, una de las cuales (muy a tener en cuenta, por cierto) es que viajar a The Oitavos supone abrazar experiencias gastronómicas de gran nivel gracias al restaurante Ipsylon de alta cocina (los platos con pescado son un regalo para los sentidos y la oferta de vinos, maravillosa); Verbasco, restaurante ‘oficial’ del campo de golf y donde los platos te parecerán no solo ricos sino también abundantes, y la terraza de la piscina, el lugar ideal para tomar algún snack, un sandwich XL (preparado con mimo) o una completa ensalada. Por cierto, que la piscina, climatizada, es otro plus a tener en cuenta, sin desmerecer al amplísimo spa (en este cinco estrellas todo es grande) que también cuenta con piscina y jacuzzi. Las habitaciones, todas con terraza y vistas, son muy generosas en metros cuadrados, tienen hasta tocador y los inodoros incluyen chorro de agua. Muy bien pensado. Es cierto que The Oitavos no está a pie de playa, pero a cinco minutos en coche o algo más de media hora andando se encuentran las playas de Guincho, paraíso de surf y windsurf los días de viento, y principal reclamo de turistas y locales las jornadas más tranquilas. Estos arenales cuentan con todos los servicios y puedes acercarte a ellos desde el hotel pedaleando en bici eléctrica (ellos te la proporcionan y hay carril bici en todo el recorrido). Excelente opción para empaparte del paisaje de uno de los lugares preferidos por los lisboetas.
Reservar