Soy periodista de belleza y estos son los sérums y cremas antiedad que deberías tener en tu neceser cuando cumplas 50 años

Si estás cerca de los 50 años o ya los has pasado seguramente hayas notado ciertos cambios en tu piel que requieren diferentes cosméticos a los que usabas hace 10 o 20 años. No solo es cuestión de batallar contra las arruguitas, también necesitas más hidratación, unificar el tono e iluminar más que antes. 

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Vamos a preguntar a algunas de las expertas en piel y cosmética de nuestro país para conocer cómo cambia la piel y cómo debe adaptarse nuestra rutina de cuidado facial a estas nuevas necesidades. Toca hacer evolucionar a nuestro skincare para conseguir los objetivos deseados: una piel bonita y rejuvenecida. 

Cómo cambia la piel a los 50+

“Aunque las mujeres difieren entre sí y las respuestas de la piel son diversas, a partir de los 50 años, con la llegada de la menopausia, se observa una mayor flacidez cutánea. Además de los cambios más notables en la edad madura está la disminución de la producción de colágeno y elastina, lo que puede resultar en la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel", explica a Instyle.es Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD.

Por su parte, Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, añade que durante la menopausia, la reducción significativa de los niveles de estrógeno afecta la salud de la piel. "El estrógeno contribuye a mantener la piel hidratada y con un aspecto saludable. Por lo tanto, la disminución de estos niveles puede ocasionar que la piel se vuelva más delgada, seca y propensa a las arrugas. También se produce una disminución en la producción de aceites naturales, lo que puede generar una sensación de sequedad y descamación en la piel", asegura.

También nos recuerda Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode, que la exposición acumulativa al sol y otros factores ambientales a lo largo del tiempo pueden contribuir a que la piel de las mujeres maduras muestre signos de envejecimiento, como falta de hidratación o efectos de la radiación UV. "Y esto se traduce en una piel más opaca, cetrina y apagada, que puede presentar manchas”, nos explica. 

Cómo debe cambiar la rutina y las fórmulas de los productos 

“A partir de los 50 años, es bastante habitual notar que la piel de ve más seca. Por ello, se deben incluir rutinas con productos más ricos en lípidos, más nutritivos. Estructuras más contundentes que aporten mayor confort”, nos responde Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour.

Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8, apunta que es fundamental acudir a principios capaces de regenerar la piel y fomentar la síntesis de colágeno y elastina. "Si antes era más optativo, ahora se hace especialmente importante incluir productos ricos en vitamina C, retinoides y péptidos”, asegura.

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Limpiadores para las de 50+

Sonia Ferreiro recomienda apostar por la doble limpieza, con dos limpiadores, uno de base oleosa y otro en tipo gel. "Si no apostamos por estos dos pasos, no retiraremos bien las impurezas y los productos que apliquemos después no penetrarán adecuadamente”, nos cuenta.

“Mientras que el limpiador más denso, en formato bálsamo, crema o aceite, es más útil para retirar maquillaje y SPF, los limpiadores en gel retiran otras impurezas que se depositan en el rostro, como el polvo o los gérmenes que nos llevemos a la cara al tocárnosla con las manos”, explica Estefanía Nieto.

Sérums para las de 50+

Los sérums son fundamentales porque permiten concentrar los principios y de forma muy rápida entregar a la piel la carga de activos que necesitan para preocupaciones específicas. Sin nos preocupan las arrugas un sérum de vitamina C o con retinoides será la clave para ir combatiéndolas, nos recomienda Raquel González.

“Es importantísimo, pasados los 50 años, apostar por sérums de tipo más oleoso. Nos ayudarán a aportar confort a la piel y reponer su función barrera. En este caso, siempre los usaremos después de los sueros de base acuosa -ácido hialurónico, por ejemplo- y antes de la crema hidratante”, explica Estefanía Nieto.

Cremas de día/noche 

“Por el día, debemos apoyarnos en cremas que aporten antioxidantes que apoyen al SPF y nos protejan la piel de agresores como la radiación o la contaminación. Estos antioxidantes son, entre otros, la vitamina C, la vitamina E o los derivados del cobre, entre otros”, acalara Sonia Ferreiro.

Y en el apartado de cremas noche debemos apostar por texturas más ricas para soportar una correcta hidratación y nutrición nocturnas, equilibrando la piel mientras dormimos que es cuando se hace un proceso de autorregeneración natural. "Pueden ser ricas en lípidos como el aceite de jojoba, la manteca de karité, los ácidos grasos esenciales o el escualano”, añade Raquel González.

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Soy periodista de belleza y desde que uso esta crema antiarrugas de farmacia noto mi piel más tersa, hidratada y con menos arruguitas

¿Y los exfoliantes? 

“Los exfoliantes benefician a cualquier edad, pero pasados los 50 años, resultan especialmente beneficiosos. Son precursores de nuevo colágeno y elastina, ayudan a la renovación celular y trabajan la firmeza del tejido, especialmente si los sabemos combinar con otros principios, como los péptidos o la vitamina C”, apunta Sonia Ferreiro.

Según Natalia Abellán, directora técnica de Ambari, los mejores exfoliantes son aquellos más centrados en tratar el envejecimiento, la luminosidad y la pigmentación. "En este sentido, el ácido glicólico, el láctico o la gluconolactona son aliados estrella”.

También mascarillas y brumas 50+

“Las mascarillas, si bien no son tan imprescindibles, siempre benefician para potenciar los otros productos que usemos y para hacer un push en el cuidado de la piel. Recomiendo aplicarlas 2-3 veces por semana”, nos duce Bella Hurtado.

“Si tenemos una piel congestionada o con puntos negros, será mejor apostar por mascarillas detoxificantes a partir de arcillas o ácidos exfoliantes. Por otro lado, si lo que queremos es potenciar el rejuvenecimiento y la hidratación, serán mejores aquellas más nutritivas y más enfocadas a tratar los signos de la edad”, asegura Ana Yuste, directora técnica de Aromatherapy Associates.

“Lo que entendemos por bruma facial, suele siempre venir en forma de tónico. Podemos usarlas tras la limpieza o después de nuestra rutina para ir aportando hidratación extra. Beneficia especialmente pasados los 50 años ya que, al verse las pieles más sequitas, así vamos equilibrando al sumar humedad”, explica Estefanía Nieto.

¿Invertimos en dispositivos de tecnobelleza?

“Siempre pueden beneficiar. Por ejemplo, los tratamientos acompañados de microcorrientes pueden potenciar los efectos de los productos que usemos. Eso sí, nunca deberían sustituirlos”, responde Marta Agustí, experta cosmética y asesora en Purenichelab.com

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