Cómo acabar con el acné a los 20, 30 y 50

El acné es la primera causa de consultas al dermatólogo y aunque en verano los brotes mejoran, no suelen desaparecer por completo. Una afección en auge, agravada por el uso de las mascarillas, que afecta de distinta manera según la franja de edad. En la adolescencia lo habitual es sentirse insegura y acomplejada… pero no solo es cosa de teenagers. Casi el 40 % de las mujeres entre los 20 y los 50 años lo padece y el fenómeno va en aumento. "Hay cuatro factores que causan acné: un exceso de sebo, obstrucción de los folículos pilosos, presencia de bacterias e inflamación", explica Mar Sieira, farmacéutica y CEO de Sarah Becquer. ¿Por qué ocurre esto? "Principalmente por causas hormonales, pero también afecta el estrés, la falta de sueño, las dietas desequilibradas, y la genética ya que es hereditario. Con la exposición moderada al sol su apariencia mejora, pero en otoño hay un rebote", comenta la esteticista Carmen Navarro propietaria de los centros que llevan su nombre. Para normalizar esta afección tan generalizada cada vez más personas hacen público en Instagram sus brotes de acné. Los movimientos #AcnePositivity y #FreeThePimple luchan por normalizar las pieles imperfectas en un mundo irreal esculpido a golpe de filtro.

Acné a los 20 años: revolución hormonal

Es el más común y, quizás, el que más afecta a nivel emocional especialmente cuando se tienen brotes agresivos. ¿Qué ocurre? Las hormonas se alteran, aumenta la producción de sebo y la glándula se inflama. La genética predispone a la obstrucción de poros y el aumento de bacterias. ¿Cómo se trata? “Se suele empezar con la aplicación de fármacos a nivel tópico, como ácido glicólico o retinoides. En casos de acné moderado damos antibióticos, si el problema es hormonal la píldora anticonceptiva funciona muy bien" dice la doctora Mar Mira, de Clínica Mira + Cueto. En otros casos se administran retinoides orales (como Roucatán) bajo un estricto control médico. En cuanto a la rutina ideal para esta franja de edad Carmen Navarro aconseja:

• Buena limpieza facial. Mañana y noche con productos suaves, sin friccionar ni presionar para evitar extender la bacteria del acné y dañar más la piel.
• No olvides protegerte del sol, algo muy frecuente en esta etapa. Solo así evitarás que las marcas del acné se transformen en manchas.
• Ni se te ocurra tocar los granos ni los puntos negros. Es una tentación que hay que evitar.
• Si te maquillas, utiliza solo productos adecuados para el acné y siempre libres de aceites.
• Renueva las mascarillas con frecuencia.  Con el uso actual de las mascarillas, la barrera hidrolipídica se daña desapareciendo el escudo protector que nos protege de los daños externos.
• En cabina: El tratamiento Neoderma es ideal para pieles asfixiadas, con manchas, cicatrices o acné. Se realiza un bio-peeling seguido de la aplicación de luz led azul (antibacteriana) que activa el proceso de renovación celular y mejora la textura de la piel.  La sesión finaliza con una mascarilla calmante. (Precio: 135 euros. Dónde: Centros Carmen Navarro).

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Acné a los 30: la culpa es del estrés

A esta edad hay mucha preocupación ligada a los brotes de acné ocasionados por el uso de mascarillas, por una mala alimentación o por el estrés. Afecta a mujeres y hombres y puede aparecer aunque en la adolescencia no hayas tenido. “En adultos aparece en la zona que rodea la boca, la barbilla y el cuello. Los granos son grandes, rojos y con tendencia a dejar cicatrices. También pueden surgir en espalda, hombros y pecho. "Su aparición está causada por un factor hormonal que se agrava en momentos de estrés, menstruación, utilización cosméticos o bases de maquillaje muy grasas y con el hábito del tabaco", comenta Miguel Sánchez Viera, del Instituto de Dermatología Integral. Sigue estos tips de expertos para mantenerlo a raya:

• La higiene facial "debe ser constante y concienzuda, a diario, y con cosmética apropiada", comenta Navarro.
• Un error gravísimo "es tratar de reventar el granito con los dedos, porque produce una lesión que se puede infectar originando inflamación y cicatriz. Existen productos calmantes que van directo al grano, reducen la inflamación, la rojez y solucionan el problema sin dejar marcas cicatrices", dice Marta Gamarra, de Eve Lom.
• Huye de maquillajes "demasiado oclusivos o cosméticos inapropiados que asfixian la piel y propician que las bacterias encuentren su mejor caldo de cultivo", afirma Navarro.
• Protección solar.  "Las pieles grasas necesitan fórmulas específicas que no obstruyan los poros y cada noche, sin excepción, hay que retirar  concienzudamente los residuos de sudor y el fotoprotector para promover la oxigenación y regeneración natural de la piel", explica Estrella Pujol de Oxigen.
• Estrés bajo control. "El ritmo de vida acelerado acompañado de rutinas poco saludables como el tabaco son claves para tratar el acné adulto. Además es esencial personalizar los tratamientos y por eso debemos acudir a manos expertas que valoren el estado de la piel y decidan el protocolo que se debe seguir. Recomiendo hidratar la piel y utilizar activos como el retinol y ácidos como el azelaico y el glicólico", insiste Carmen Navarro.
• En cabina: 15 días después de realizar una limpieza facial con un peeling calmante se realiza una sesión con el láser Alma Q. Mejora la textura, activa el colágeno reduce el poro y unifica el tono. Precio: 150 euros, sesión. Dónde: Inout Barcelona. 

ACNÉ A LOS 50: baja el nivel de estrógenos

En la menopausia se disparan los casos de acné. De hecho, una de cada tres mujeres padece alteraciones en la piel a esta edad. "Desciende el nivel de estrógenos y progesterona, provocando desequilibrios hormonales que a veces activan las glándulas sebáceas, responsables de producir grasa y disparar el acné", comenta la esteticista Carmen Navarro. Cuanto más maduras son las pieles, mayores son los daños. "El problema es que estas imperfecciones —granos, brillos, poros dilatados— se unen al envejecimiento —manchas, líneas de expresión, textura rugosa— y el proceso se agrava por la falta adecuada de renovación celular. Por eso, los tratamientos necesitan dar una respuesta global. A estas alturas no podemos elegir entre tratar las imperfecciones o el envejecimiento", explica Yaiza Conde, responsable de formación de Filorga. Sigue estas recomendaciones expertas:

• Buena limpieza facial día y noche. Es necesario "tratar la piel con productos específicos recomendados por tu dermatólogo o farmacéutico, e hidratarla correctamente para evitar caer en la sequedad por un exceso de agentes de limpieza que la resequen", comenta Mar Sieira de Sarah Becquer
• Vitamina C, siempre a mano. Para Carmen Navarro "es el antioxidante por excelencia. Te ayudará a asimilar el colágeno, mejorando la elasticidad de la piel y retrasando el envejecimiento prematuro.Importante que también la ingieras e incorpores en tu dieta".
• Utiliza cosméticos que dejen respirar la piel y fomenten su regeneración. Recuerda que existen productos con monolaurina, con poder seborregulador, o hierro y silicio que absorben el exceso de sebo.
• Muchas manchas y cicatrices son consecuencia directa de un brote de acné si no lo tratamos debidamente. "Utiliza un fotoprotector que no altere la piel y  atrape la grasa producida por la glándula sebácea" dice Estrella Pujol.
• Evita "los lácteos, las dosis exageradas de azúcar y los alimentos procesados", concluye Navarro.
• Más agua. A partir de los 50 la piel necesita un plus de jugosidad. "Para ello recomendamos aceites formulados con lípidos seborreguladores que hidratan la piel grasa. Además, los aceites vegetales son una maravillosa fuente natural de antioxidantes y oligoelementos", comenta Mar Sieira.
• Cuidado con los correctores. "Si lo aplicas en exceso consigues el efecto contrario y las imperfecciones resaltan más", insiste Marta Gamarra.
• En cabina: El tratamiento Jet Peel, conocido como infiltración sin agujas, introduce boosters infusionados con suero fisiológico por aire a presión, para llegar a las capas más profundas de la dermis. Ideal para controlar y frenar la secreción sebácea. Si la piel está inflamada, se utilizan diferentes concentraciones de ácidos glicólicos, o ácido mandélico, así como el booster especifico para combatir el acné. Precio: 120 euros. Dónde: Instituto de Benito.

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