De color anaranjado intenso, seguramente estarás más que acostumbrada a ver la cúrcuma en polvo en los estantes reservados para las especias y colorantes de los supermercados. Y es que esta planta procedente de la India y perteneciente a la familia del jengibre, se ha vuelto cada vez más popular. No por ser parte del curry e incluso de nuestra paella (por algo le llaman el azafrán indio), sino por el poder de su principal componente: la curcumina.

La curcumina es un compuesto que se encuentra precisamente en la raíz de la planta de cúrcuma o Curcuma longa, y es famosa en la medicina ayurvédica por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas.

Algo que en Occidente tampoco hemos querido dejar escapar a través de una de las formas más sencillas y reconfortantes de consumirla: la infusión de cúrcuma.

infusion curcuma 02
Instagram: @horty_et_mahaut

Los beneficios de la infusión de cúrcuma para la piel

Tal y como explican en Medical News Today en un artículo revisado por la doctora Debra Rose Wilson, la cúrcuma podría ser efectiva como analgésico para aliviar el dolor de la artritis, mejorar la función hepática o contribuir a que tengamos una buena digestión. Desde el Instituto Nacional del Cáncer, también señalan que se encuentra “en estudio para la prevención y tratamiento de algunos tipos de cáncer”. 

infusion curcuma 03
Imagen de jigsawstocker en Freepik

Pero, más allá de todas estas cuestiones de vital importancia, hoy nos acercamos a sus propiedades para el cuidado de nuestra piel. Si consumimos de forma habitual una infusión de cúrcuma, ¿qué puede hacer por el aspecto de nuestro cutis? Te lo contamos:

  • Acción antioxidante: esto significa que contribuye a combatir los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro de la piel y traen consigo arrugas y manchas cutáneas. Así que es una buena opción para combatir el daño oxidativo.
  • Poder antiinflamatorio: si te estás preguntando por qué el hecho de que la curcumina tenga propiedades antiinflamatorias puede ser útil para tu piel, ya te advertimos que es lo que la convierte en un activo beneficioso contra el acné, la dermatitis o la rosácea y sus inflamaciones.
  • Potente antibacteriano: ideal para combatir las infecciones que se producen en la piel, por ejemplo, para tratar el acné y afecciones relacionadas con microorganismos.
  • Favorece la cicatrización: gracias precisamente a estas dos últimas propiedades, se considera que promueve la cicatrización y reduce la apariencia de las cicatrices.

¿Con qué frecuencia se debe tomar la infusión de cúrcuma?

infusion curcuma 04
Imagen de Freepik

Ahora que tenemos claras sus propiedades, ¿quién no quiere hacer de la infusión de cúcuma su nuevo ritual de belleza? Pues bien, en principio no existe un consumo específico recomendado, sin embargo, en en Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recogen las dosis que contempla la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

En su artículo, el organismo habla en concreto de la infusión o té herbal de cúrcuma, con un consumo de 0,5-1g  en 150 ml de agua, de 2 a 3 veces al día.

¿Cuándo debo tomar la infusión de cúrcuma para que sea más efectiva?

Al igual que sucede con la leche dorada o leche con cúrcuma, se puede consumir en cualquier momento del día, aunque también es cierto que, como nos contaba el farmacéutico Eduardo Senante, muchas personas preferían consumirla antes de acostarse porque les ayuda a sentirse en calma y más relajados para dormir.

¿La infusión de cúrcuma tiene efectos secundarios?

Según investigaciones, la curcumina en general es segura para el consumo. Sin embarco, como recoge Medical News Today, se han dado extraños casos de erupciones cutáneas, náuseas, dolores de cabeza y diarrea a causa de una ingesta excesiva.

Del mismo modo, su consumo está contraindicado en mujeres embarazadas o en período de lactancia, personas con cálculos biliares, en caso de trastornos de la coagulación de la sangre o si padeces deficiencia de hierro.

infusion curcuma 05
Imagen de Freepik

Cómo preparar la infusión de cúrcuma

Si ya estás deseando iniciarte con las infusiones de cúrcuma y comprobar sus beneficios para el cutis y la salud en general, te diremos que prepararla es súper sencillo. ¡Aquí va una receta rápida para hacerte una taza! Necesitas:

  • 1 taza de agua
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • 1 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • Miel al gusto

En cuanto a la elaboración, simplemente deberás hervir el agua, añadir todos los ingredientes a excepción de la miel y dejar cocinar entre 10 y 15 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, puedes colar la infusión en una taza y dejar que se enfríe. ¡Lista para tomar!

Tres infusiones de cúrcuma que encontrarás en farmacias listas para consumir

Aviso para personas perezosas. En caso de que no te apetezca preparar tu propia infusión de cúrcuma, ingrediente por ingrediente, sino que prefieras las clásicas bolsitas de toda la vida, tranquila, también las tenemos. Estas tres infusiones están listas para sumergir en agua y consumir, además, todas añaden algún componente extra súper interesante por sus propiedades.

Infusión de cúrcuma de Hornimans

infusion curcuma 06
Hornimans

Su nueva infusión de cúrcuma también contiene té matcha, canela, clavo y naranja. Es vegana, sin gluten y no contiene azúcares añadidos. Desde Hornimans destacan que contribuye a prevenir la acumulación de grasas y facilita la digestión.

Infusión de cúrcuma de Cupper Tea

infusion curcuma 07
Cupper

Cupper Tea apuesta por la combinación del jengibre y la cúrcuma como ingredientes principales, a los que se suman la canela, la pimienta negra y la hierba de limón. Está elaborada de forma sostenible a base de ingredientes naturales. Destacan su poder antioxidante y analgésico.

Infusión de cúrcuma de Yogi Tea

infusion curcuma
Yogi Tea

En YogiTea la definen como soleada, aromática y fortalecedora. Se refieren a esta infusión ayurvédica que une la cúrcuma a la cáscara de naranja y la vainilla. En su composición también encontraremos otros ingredientes como son la regaliz, la canela, la manzana o el jengibre.