Está claro que a medida que cumplimos años hay cosas que comienzan a importarnos más que otras, un claro ejemplo de ello es la salud de nuestra piel. Así como cuando somos más jóvenes no nos preocupa tanto invertir en cremas antiedad, cruzado el cuarto de siglo solo queremos dar con los mejores productos para frenar el envejecimiento.

Sin embargo, lo que muchas veces ignoramos es que cada detalle cuenta en la batalla por frenar el paso del tiempo. Tanto las cremas como las horas de sueño o la alimentación. Este último aspecto es muy importante, porque incluyendo ingredientes con colágeno o vitaminas clave para la piel, podemos darle un empujón antiedad a nuestra dermis sin necesidad de gastarnos un dineral.

Ingredientes como el huevo son baratos y fáciles de incluir en una dieta antiage, pero si no eres muy fan de este alimento o buscas una opción con menos calorías, existe una verdura que es una auténtica joya para paliar los estragos de la edad en nuestra piel: las espinacas.

¿Qué hace la espinaca en la piel?

pexels pixabay
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La espinaca es una verdura estrella sea cual sea la temporada, porque es barata y muy fácil de consumir. Pero el verdadero secreto reside en el interior de sus hojas verdes, que la convierten en uno de los alimentos con más minerales y vitaminas sin apenas sumar calorías a nuestros platos.

En la espinaca podemos encontrar altos niveles de:

  • Vitamina C. Y es que tal y como declara el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), una porción de 100 gramos contiene casi el 40% de Vitamina C de la dosis diaria recomendada.
  • Vitamina A. Algo parecido ocurre con esta otra vitamina que, según la Fundación Española de la Nutrición, con la misma cantidad (100g) adquirimos dos tercios de las necesidades diarias y un alto contenido en b-carotenos, que una vez llegan a nuestro cuerpo se convierten en vitamina A.
  • Vitamina E. Rica en antioxidantes, la espinaca es uno de los alimentos antiedad más completos, puesto que protege la piel de la radiación ultravioleta y los radicales libres, evitando así su envejecimiento prematuro.

Si tienes un nivel usuario de ciencia, seguramente todo esto te suene a chino, pero si escuchas los términos 'colágeno' o 'retinol' puede que te resulten familiares. Y es que estas dos vitaminas son clave para la estructura de nuestra piel, porque mientras la vitamina C aporta en la creación de colágeno en la piel, la vitamina A repara las células oxidadas -como lo hacen también los retinoides, derivados de esta misma vitamina.

¿Qué beneficios tiene la espinaca para el cabello?

Pelo y piel
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Pero no creas que estos nutrientes benefician solo a la dermis, también son grandes aliados para nuestras melenas, porque la vitamina A es un gran regulador del sebo y al mismo tiempo actúa como hidratante del cuero cabelludo.

Y es que, de la misma manera que el sebo puede acumularse en la piel, llegando a causar acné, también podría hacerlo obstruyendo los folículos pilosos, es esto lo que la vitamina A evita que suceda.  Otro de sus 'superpoderes' es su acción para intervenir en el proceso de crecimiento de los tejidos corporales, como la piel, el cabello o incluso las uñas.

Por su parte, la vitamina C se encarga de la creación y el mantenimiento del colágeno, importante también en  la estructura del cabello, por lo que ayudará a que crezca más sano, fuerte y brillante.