Qué juego dan siempre los Oscar, ¿verdad? Nos lo da a los medios, que somos capaces de escribir decenas de temas distintos sobre unos premios como estos. Pero también os lo da a vosotras, queridas lectoras, que el día posterior a la gala tenéis la tertulia montada. La del café, la de la comida y hasta la del afterwork. Este año la alfombra roja no ha generado demasiada conversación, a excepción de Natalie Portman, que se salió del mapa tanto por su vestidazo como por su reivindicación feminista. Somos muy de Natalie en este barco.

Pero más allá de la nueva Thor, pocas sorpresas; incluso las más elegantes ya no son noticia, ¿o es que a estas alturas de la película a alguien le sorprende que Charlize Theron o Margot Robbie brillen en una alfombra roja? Ambas son rabiosamente elegantes y así intuimos que lo seguirán siendo. Seguramente por esto se ha hablado mucho más de las anécdotas, como la actuación de Gisela 'la castilian', el siestón que se pegó Scorsese con Eminem o el photoboom que le hizo el gran Thimotée Chalamet precisamente a Margot -ojalá nos 'estropearan' así una foto a nosotras alguna vez en la vida…-.

Ahora bien, nos remangamos antes de pisar el charco sobre el que hemos venido a saltar: ¿cómo ha podido pasar tan desapercibido el MOMENTAZO -perdón por las mayúsculas, ya sabemos que lo leéis igual bien escrito, pero es que nos hierve la sangre- del reencuentro de Diane Keaton y Keanu Reeves? ¡Ya quisieran Jennifer Aniston y Brad Pitt!

Bueno, igual nos hemos pasado un poco en esta última exclamación, porque lo de Brad y Jenni en los SAG no lo supera ni el momento "He bajado del avión" de Rachel en el final de Friends. Pero lo de la grandísima Diane Keaton y su "¿Te acuerdas de mí?", para flirtear con Reeves antes de presentar juntos uno de los galardones de la noche, es ya historia de los premios más mediáticos del mundo. Y el tiempo nos dará la razón.

EL GRAN REENCUENTRO DE LOS OSCAR

En España ha pasado más desapercibido este momentazo porque pocas personas recordaban que lasdos estrellas de Hollywood fueron, supuestamente, pareja. Ya la sola presencia de semejante diva en el escenario del teatro Dolby con ese sombrerazo, ese abrigo de cuadros y esa melena canosa es digna de todo elogio. ¡Qué personalidad! Demasiado hasta para el mismísimo Neo de Matrix, que esquivó como pudo la bala -y mira que él esquiva bien las balas, como bien saben los fans de la trilogía que estrenará nueva secuela próximamente-, que le lanzó con todo su arte, estuviera guionizada o no, la actriz californiana.

Diane Keaton y Keanu Reeves en la película Alguien tiene que ceder

La relación nunca confirmada entre Diane Keaton y Keanu Reeves

A muchos de los que sí conocíamos los rumores nunca confirmados de que mantuvieron una relación sentimental tras rodar juntos la película Cuando menos te lo esperas en el año 2003, ese “¿Te acuerdas de mí?” y el posterior “¡Seamos francos, fueron buenos tiempos!” que le soltó Diane a Keanu, en medio de una evidente química entre ambos, nos sonó a confirmación de una historia oficiosa que siempre ha recorrido los mentideros de Hollywood. No parece casualidad, de hecho, que Reeves haya escogido estas circunstancias, acompañar a Keaton en el escenario, para volver a una gala de los Oscar tras una década de ausencia.

Su perfil bajo, siempre discreto con su vida privada, al igual que Keaton, hicieron imposible confirmar para los muchos medios norteamericanos que lo intentaron corroborar la historia de amor entre ambos. Y casi es mejor así, porque lo que deja lugar a la imaginación siempre tiene un punto más atractivo. A lo mejor es que vemos cosas donde no las hay, así que te dejamos la presentación que ambos protagonizaron en los Oscar para ver si lees entre líneas como lo hacemos nosotras…

Sobre la supuesta relación amorosa entre ambos pocos detalles te podemos dar puesto que no hay rastro de ella más allá de lo que se publicó en su momento. Ninguno de los dos lo confirmó ni lo desmintió nunca. Pero, si sientes curiosidad por cómo pudo ser lo suyo, te puedes hacer una idea muy cercana recuperando una de las grandes escenas de aquella película que unió sus carreras a comienzos de este siglo.

Si entre lo de los Oscar y esas miraditas en la película de Keaton a un irresistible joven veinteañero Keanu Reeves tu mente no empieza a fantasear con una de esas historias de amor fugaces idílicas… Desde luego, a la directora y guinista de Cuando menos te lo esperas le pasó como a nosotras al ver la escena, tal y como publicó durante la gala en su Instagram oficial, así que no estamos tan locas.

Ojalá la buena de Nancy Meyers, directora del filme, le dé una vuelta a una secuela en la que ambos acaben juntos. Aunque fuera en la ficción, ese es el final que merece semejante pareja, y el que nos merecemos todas las que nos los imaginamos juntos. ¡Queremos más de Keaton y Reeves, please Nancy!