El verano es la temporada más amada por la mayoría de la población tengan o no vacaciones, y es que hay que reconocer que el sol tiene un poder mágico que pone a todos de buen humor, como si de alguna manera funcionásemos por paneles solares. Cinco minutitos al sol y parece que nada puede salir mal. Será cultural, o una creencia generacional, pero lo cierto es que es ver cómo suben las temperaturas y que todas demos saltos de alegría, porque preferimos pasar calor en las terrazas de risas con amigas que pasar tardes de fin de semana en las que solo llueve y no apetece salir del sofá.