En Curaçao, la reina lució un perfeto ejemplo de su “mas es más” formado por un vestido con escote asimétrico y con volante, además de rayas anchas y en diagonal –más volumen real y óptico, imposible–, de Natan Couture. Y le añadió unas cómodas sandalias con cuña de corcho de Gianvito Rossi con los que ganaba unos centímetros de altura. En cuanto a las joyas, además de los pendienes lució un impresionante brazalete con brillantes.