Como tantas otras celebraciones de las que disfrutamos con entrega y alegría, el Día del Padre es un ‘invento americano’. Hay un poco de debate acerca de la fecha en la que surgió la idea, pero parece ser que el mérito se le ha adjudicado a una buena ciudadana y mejor hija que, huérfana de madre, un día de principios del siglo XX pensó que sería así como bonito homenajear a su progenitor e instaurar el día de ese padre que, mira por dónde, era el suyo.