Suena el móvil y comienzas una conversación mientras compruebas a la vez cómo va tu cuenta de Instagram y los mensajes del chat; entre tanto, saltan varios emails en el ordenador y los revisas a la vez leyéndolos solo por encima, y entonces empiezas a mirarte las uñas y te das cuenta de que el color que llevas no te pega ni con cola con tu look de hoy. ¿Podrías decirme en qué estás exactamente? Yo te lo diré, en todo, en nada y estresada.