"Una vez, mi padre, intentando echarme un piropo, me dijo algo así como que salía mejor en las fotos de lo que soy en realidad (risas). Una brutalidad. De todas formas, yo las sesiones fotográficas me las tomo como un juego, me hago ‘la modelo’, me convenzo de que soy guapísima, y así me va bien. Además, soy de las que toma decisiones. Para este shooting, por ejemplo, propuse que buscáramos trajes de chaqueta, con personalidad. Fue superbonito. Este retrato, de hecho, es uno de los que más me gustan. Me siento muy atractiva y sexy vestida así".