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William Levy: “Hay que tomarlo todo con mucha humildad, porque hoy estás aquí y mañana no. Y verlo como algo positivo”

El actor cubano William Levy que allá donde va desata el fenómeno fan, protagoniza y produce Montecristo, serie de Movistar Plus+ que habla de venganza y amor.

William Levy
ViX

Su caso es digno de estudio si tenemos en cuenta las masas que congregan allá por donde pasa. William Levy (Cojímar, Cuba, 1980) triunfó en México y Estados Unidos mucho antes de hacerlo en España, cuando comenzó a emitirse la versión de la telenovela Café con aroma de mujer que él mismo protagonizaba. Y se desató la locura. Pero Levy, que además de buena planta tiene muy buena cabeza, aprovechó el tirón para probar suerte en el audiovisual español. Fruto de este enamoramiento del intérprete con nuestro país es la serie Montecristo, que estrena Movistar Plus+ y que él mismo protagoniza y produce.

Se trata de la historia del Conde de Montecristo actualizada y en la que el actor, en el doble papel de Edmundo Cortés y Alejandro Montecristo, busca venganza por las afrentas sufridas, que son muchas y variadas. Tuvimos la oportunidad de hablar con él en la mañana del día de la premiere, y antes de pasar a la sala donde esperaba Levy con parte de su equipo, nos enteramos que, desde primera hora, ya había fans venidas de toda España apostadas delante del cine que esa noche proyectaría el primer capítulo de Montecristo.

También supimos que el actor acudiría a dicho estreno con dos guardaespaldas encargados de protegerle de ese público que le quiere tanto. La que esto suscribe piensa que hay que estar hecho de una pasta muy especial para responder a todas las expresiones de cariño (muy variadas, por cierto) siempre con una sonrisa. Es el precio de la fama y William Levy parece que lo paga con mucho gusto.

William Levy en Montecristo
D.R.

Con Montecristo se puede decir aquello de “tú te lo guisas, tú te lo comes”. ¿Cómo, cuándo y dónde se empezó a gestar esta serie de tintes épicos? Estaba grabando aún Café con aroma de mujer en Colombia, así que hablamos de 2021… dos años atrás. Todo se dio bastante rápido: se lo propusieron a la oficina con la que trabajo en Estados Unos y dijeron, bueno, si William quiere ser parte del proyecto, adelante. Después me lo comentaron a mí y dije, venga, vamos allá. Trabajaba en la telenovela de lunes a sábado y el domingo hablábamos y le íbamos dando forma a la serie. Así todas las semanas poco a poco hasta que terminé Café con aroma de mujer y me vine a España. Estuvimos casi seis meses rodando; acabamos la segunda semana de septiembre. Me siento muy afortunado porque aquí he trabajado con un director de primera (Alberto Ruiz-Rojo) y un equipo de primera, que es algo que tengo que agradecer mucho a Dios.

Como productor, ¿eres un poco control freak? No creo que sea controlador sino responsable. Quiero que el trabajo quede bien hecho. Lo mejor de ser productor es que tengo la posibilidad de opinar sobre las cosas, porque a veces me encontraba en proyectos donde ciertos aspectos no se cuidaban muy bien y me decepcionaba mucho que no saliera el producto que el público merece.

Montecristo es la historia de una venganza, término que tiene muy mala prensa. A lo mejor habría que darle una vuelta. Hay momentos en mi vida en los que he sentido ganas de vengarme, pero todo depende de cómo lo hagas. Esto se lo he enseñado mucho a mi hijo y a mi hija (es padre de dos adolescentes), que mejor que vengarse es hacerle ver a la gente que estaba equivocada. Eso es algo que me enciende, el decir: “ahora te voy a enseñar lo equivocado que estás”. Me insistías en que no podía, que no era bueno, que no servía y te voy a demostrar que no tienes razón. Está muy bien eso de hacerle ver a alguien que se ha equivocado contigo. Es algo muy rico, se siente muy rico… demasiado rico, diría yo.

Serie Montecristo
Juan Carlos Lucas

Montecristo.

Conocemos a tu personaje cuando era un joven que se quería comer el mundo. ¿Recuerdas cómo eras tú a su edad? ¿Te sentías buen actor o lo tuyo ha sido más bien un trabajo de pico y pala? Obviamente, no soy el mismo que era hace 18 años. Me considero mucho mejor que antes, también es cierto. Porque más allá de la experiencia actoral está la experiencia de vida, la que vas adquiriendo con los años y que se refleja en la actuación. No te puedo explicar cómo, pero para mí el tiempo y la madurez son los que me han hecho ser mejor en mi carrera. 

Tus primeros años los pasaste en Cuba. ¿Cómo ha influido la isla en tu personalidad, en tu forma de ver las cosas? Hay muchas injusticias allí. Creo que nunca puedes decir que todos somos iguales, esa es la verdad. Tú no puedes contarle a un país que vamos a ser todos iguales, que les brindarás las mismas oportunidades para obtener los mismos resultados. Simplemente no puedes elegir el resultado que vas a tener porque ese resultado se corresponde con tu sacrificio. Mi tío se fue a Rusia y se graduó como ingeniero y ahora le dan un pan al día como se lo dan a cualquier otro que no haya estudiado. Eso no está bien. ¿Todos somos iguales? No. Para empezar, a un deportista o un futbolista no le puedes dar un pan al día y luego ponerle a entrenar cuatro horas porque se muere. Debes proporcionarle más panes. Y no es justo que te limiten tu sueldo o ese regalo de Dios que es la libertad. Hemos de ser libres de poder elegir y si, por ejemplo, tengo trabajo y dinero ¿por qué no voy a tener la oportunidad de viajar, de irme fuera del país? En la televisión cubana se llegó a decir que no podíamos volar porque el cielo está lleno de aviones y chocaríamos. Puedes buscarlo en YouTube. ¿Por qué no viajan los cubanos? Porque hay muchos aviones en el cielo y nos vamos a chocar (risas).

Serie Montecristo
Juan Carlos Lucas

El actor, en la Gran Vía madrileña. 

En Montecristo sale un paisano tuyo, Vladimir Cruz, actor al que descubrimos en la película Fresa y chocolate. Es una persona a la que conozco desde hace mucho tiempo. Mantengo el contacto con todos los actores cubanos (insiste: “todos”). Además he tenido la suerte de que el director de la serie estudió cine en Cuba y estaba muy empapado de la cultura de la isla. Me dio mucho gusto poder trabajar en Montecristo con varios intérpretes cubanos.

Cómo espectador, ¿te gustan estas historias clásicas de aventuras, romances, héroes y villanos? Me encantan, y como actor más. Es demasiado rico. Encima esta serie, con un hombre así de vengativo, que son dos personajes en uno y que se dibujan dos líneas en la que en una es Alejandro Montecristo y en la otra Edmundo Dantés., Mi personaje está todo el tiempo luchando contra su antagonista y eso es muy bonito de interpretar.

Me vas a perdonar, pero el fenómeno fan que te rodea no es de este mundo. ¿Cómo se convive con semejante expresiones de adoración? Lo tienes que tomar como una bendición, porque significa que la gente está mirando tu trabajo y eso es muy bonito. ¿Cómo puedes ver mal la admiración que las personas sienten por tu trabajo o porque te conocen? La mía es una profesión en la que te pasas el día entero tratando con otras personas y eso es es muy difícil. Pero en la vida lo colocas todo como tú lo ves, así que debes pensar que esto es algo bonito, que tienes la posibilidad y la suerte de hacer esta carrera cuando en realidad se trata de una profesión superdura, Hay que tomarlo todo con mucha humildad, porque hoy estás aquí y mañana no. Y verlo como algo positivo, porque si no, al final acabas siendo un cabrón con quien menos lo merece.

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