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Como buena influencer, Laura Escanes decidió compartir la noticia de que iba a ser mamá con todos sus seguidores.
En su cuenta de Instagram iba contando todos los detalles del que era su primer embarazo, “he subido 16 kilos haciendo deporte y comiendo bien”, confesaba antes de dar a luz a Roma. También mostraba que estar embarazada no siempre era una balsa de aceite y se sinceró sobre las náuseas y mareos que sufrió durante los primeros meses de su embarazo.
A Laura también le tocó sufrir las críticas de seguidores que le decían que no debería hacer deporte estando embarazada, pero ella tenía muy claro que "estar embarazada no es estar enferma. Hacer deporte (con cabeza) es beneficioso para ti y para el bebé, a no ser que el médico te diga lo contrario”.
Y por supuesto también, informó a su debido momento que Roma (su primera hija junto a su marido, Risto Mejide) había llegado al mundo y anunciaba que iba a estar un poco desaparecida de las redes porque ahora tocaba hacer de mami y estar junto a la bebé el máximo tiempo posible.
Y, como cualquier mamá primeriza, estos primero días junto a Roma han estado repleto de inseguridades, "me han invadido los “¿lo estaré haciendo bien?” más de una vez», ha contado desde su cuenta de Instagram. "La miro y me pongo a llorar si pienso en que algo malo le puede pasar", ha confesado.
Lo que también ha querido compartir con sus seguidores es una foto de su barriguita tras una semana de dar a luz. Laura ha querido ser sincera y transparente con sus seguidores y así lo ha confesado, "igual que os enseñé el progreso de mi embarazo y mi barriga, os dejo aquí una foto del posparto. (Echo un poco de menos a mi barriguita)".
Y lo cierto es que este gesto nos encanta ya que visibiliza la realidad de ser madre y la etapa posparto, en la que el cuerpo aún sufre cambios y la vuelta a la normalidad es un proceso lento que requiere de esfuerzo y mucha paciencia.