¿Por qué Kim Kardashian necesita una gestación subrogada para tener un hijo?

En 2018 el klan Kar-Jenner nos presentó a tres nuevos bebés de la familia. Pero, por lo que parece, Chicago West, True Thompson y Stormi Webster ya no van a ser los más pequeños de la famosa casa por mucho tiempo más. Kim Kardashian se une a lista de famosas embarazadas de 2019. De hecho, y aunque esto Kensington no lo ha llegado a confirmar, puede que salga de cuentas en las mismas fechas que Meghan Markle...

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Pero, al contrario que los duques de Sussex, Kim Kardashian y Kanye West han decidido contratar un vientre de alquiler para gestar a su cuarto bebé y eso ha generado algunas dudas: ¿por qué?

Al parecer, la respuesta no es tan simple como la pregunta. Aunque Kim llevó en su vientre a sus hijos North y Saint, luego tuvo algunos problemas de salud adicionales y algunos riesgos de embarazo. De hecho, Chicago llegó a sus vidas el año pasado vía gestación subrogada también. Y es que Kim tiene una placenta accreta, una condición rara y seria que hace que la placenta se adhiera de forma excesiva a la pared uterina y puede conllevar embarazos de riesgo.

Infección y sangrado pueden complicar la salud del embarazo y suponer un riesgo para los bebés, cuenta la ginecóloga Alyssa Dweck, autora de The Complete A to Z for your V (disponible en Amazon): "Normalmente, cuando pares la placenta se separa de forma natural del útero", explica, "pero placenta accreta lo hace mucho más difícil".

Las Kardashians siempre han sido muy abiertas acerca de sus problemas de salud, incluso escribiendo sobre ello en sus cuentas de redes sociales.

"En el último embarazo, tuve una complicación llamada preeclampsia, una condición seria que puede sucederte durante el embarazo. Normalmente, la única forma de solucionar esto es teniendo al bebé pronto para protegernos a ambos. Pero solo un 5% de las mujeres puede. Afortunadamente, soy una de ellas. Hace que tu cuerpo y tu cara se hinchen y era súper incómodo para mí. Tuve que parir a las 34 semanas, casi 6 semanas antes", escribía Kim abiertamente.

"Tras tener a North con mucha antelación, la placenta debería de haber salido y no fue el caso en la mía. Mi placenta se quedó enganchada a mi útero y es un riesgo alto que sucede cuando la placenta crece muy pegada a la pared del útero", explicaba.

Y sigue: "Mi médico tuvo que meter el brazo entero para sacar la placenta con sus manos, arrancándola de mi útero con las uñas. Fue súper desagradable y doloroso. Mi madre estaba llorando, no había visto nada parecido en la vida. Mi parto fue sencillo pero lo de después fue la experiencia más dolorosa de mi vida. Me tuvieron que dar una segunda epidural pero íbamos a contra reloj así que tuve que aguantarme", comentaba.

"Dicen que esta es la razón por la que algunas mujeres mueren tras parir. Me siento afortunada de que mi médico fuese capaz de cogerlo a tiempo y arrancarlo de raíz inmediatamente".

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Ya en el programa Keeping Up with the Kardashians, Kim anunció su decisión de tener una gestación subrogada con Chicago porque no iba a poder tener otro bebé sin riesgo. "He llegado a la conclusión de que no puedo tener otro bebé. Así que voy a probar con la subrogada", le decía a su madre, Kris Jenner.