Hace tiempo que empezaron a cambiar las reglas del juego. La incursión de las modelos curvy en las pasarelas y campañas publicitarias es una realidad cada vez más extendida en una industria, la de la moda, a la que le cuesta abrir su mente pero que poco a poco va dando pasos firmes en la buena dirección.
De hecho, cada vez son más las firmas que lanzan colecciones en un abanico de tallas mayor para extender así sus creaciones a un público más amplio y otras que directamente se centran en ofrecer las tendencias a cuerpos que hasta ahora solo podían tener como opción los mismos diseños aburridos con los que resultaba complicado sacar a relucir nuestro lado más sexy.
LOS BAÑADORES EN LOS QUE SENTIRSE SEXY CON CUALQUIER SILUETA
Precisamente esto es contra lo que han querido luchar una temporada más desde Summersalt, una firma de moda de baño que acaba de lanzar la que ya es su segunda colección cápsula de lo que han llamado 'Power Suits'. Se trata de una línea de bañadores que parte de la idea de que la ropa de baño no tiene que provocar sentimientos de incomodidad, vulnerabilidad o inseguridad a quien lo lleva, por lo que ha tratado de aunar todo ello en piezas absolutamente irresistibles con los que presumir de curvas por todo lo alto.
![Campaña de Summersalt](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 728 1051"%3E%3C/svg%3E)
Para ello ha contado con cinco mujeres inspiradoras: Katie Sturino (la fundadora de la marca de cosmética Megababe que se ha hecho viral gracias a su stick anti rozaduras de muslos), la artista Isabella Huffington, la activista Aija Mayrock, la fundadora de la ONG SheLift que trata de ayudar a mejorar en confianza y aceptación a niñas discapacitadas, Sarah Herron; y la emprendedora Alicia Quarles.
Todas ellas han unido fuerzas para crear trajes de baño diseñados por mujeres que saben lo que necesitan, lo que les preocupa y lo que buscan en una prenda porque siguen precisamente sus propios términos porque cada una de las piezas cumple con los requisitos esenciales establecidos por cada una de las elegidas que son además imagen de la campaña.
Bañadores que juegan con los diferentes cortes, escotes y colores hasta crear combinaciones de lo más atractivas en tejidos que tienen además protector solar UPF 50+ y cuyo precio es de 95 dólares cada uno de ellos.
Por supuesto, todos ellos en tallas que van desde la 32 hasta la 52 para que ningún cuerpo se quede sin ser lucido este verano en la playa o la piscina. ¡Bravo!