Real como la vida misma pero alejado del concepto de realeza. Los Duques de Sussex han protagonizado un MOMENTAZO que ha dado la vuelta al mundo. El beso de Meghan Markle y el Príncipe Harry en el partido de caridad en honor a la fundación del nieto de la Reina, Sentebale en el Royal County of Berkshire Polo Club ha sido lo más comentado en el día de hoy y lo será en las próximas semanas. Las cámaras de los fotógrafos presentes han capturado un momento histórico que nos recuerda a otro que ya se dio en 2010 y que también traspasó fronteras.
Sara Carbonero e Iker Casillas hacían público su amor tras la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica de una manera muy emocionante que quedará por siempre grabada en la mente de cualquier español que se precie, pero también de todos aquellos que siguieron la competición con los nervios a flor de piel.
Sin embargo, existe una diferencia sustancial entre aquel beso de la periodista y el portero y el que hoy ha paralizado el mundo. Casillas y Carbonero son personajes públicos y su vida, aunque ambos pueden presumir de haber conservado su privacidad, no deja de ser absolutamente mediática.
En cambio, existe un protocolo que, a pesar de ser actriz, Meghan Markle se ve obligada a cumplir. Pero muchas han sido las portadas que, del momento del enlace en adelante, se han hecho eco del quebranto que de las mismas ha hecho Markle. Un ejemplo de esto fue el momento en el que la estadounidense se dejó llevar por su sonada naturalidad y cruzó las piernas en un acto oficial. Por eso podemos decir que con este beso, no es la primera vez que Meghan Markle rompe el protocolo.
Por motivos como este nos preguntamos si el beso de ambos será bien recibido. Cierto es que los de Sussex cuentan con un sólido e histórico respaldo: el beso que la Lady Di, la 'princesa del pueblo' se daba con su marido el Príncipe Carlos años atrás en una situación idéntica a la actual.