El equipo al frente de Pucci mientras la firma se encuentra a la caza y captura de un director creativo que sepa estar a la altura ha hecho un trabajo excepcional. En la medida en que ha sabido conservar la identidad de la casa italiana y mantener su esencia. Hay quienes critican en cambio la manera en que se ha sacado adelante la impresion de los logos de la firma en las prendas.
De cualquier manera, la paleta de color ha estado a nuestro entender bien resuelta y la propuesta desde el punto de vista de los cortes y tejidos seleccionados para la colección ha sido bastante acertada. Quizá esta resolución deba su existir a que la inspiración, como comentábamos en la galería superior, se ha recuperado de la blusa color lima de Pucci que Marilyn Monroe llevaba en una de sus últimas fotografias.
Escotes en uve, tirantes y motivos florales eran de esperar. Quizá más impactante han sido los dos colores de la temporada, el lila y el rojo, fundidos en un solo look. Hemos visto mucho rosa y mucho azul. Un destacado verde aguamarina que no acierta con el gusto de todos y muchas lentejuelas. Un aplique que ya habíamos olvidado con la llegada de las plumas y los encajes.
Es digno de aplauso el esfuerzo que se ha hecho por sacar adelante un trabajo que perfectamente combina con las joyas aportadas por la firma Bvlgari. No ha habido escote de un traje que no encajase con los abalorios que le hacían honor. Con este desfile son dos las colecciones presentadas por Emilio Pucci sin director creativo al frente. ¿Cuánto más tendremos que esperar? A medida que pasa el tiempo, el trabajo se le acumula a quien sea que vaya a asumir el cargo.