He sido diseñadora de moda y estilista de celebrities durante más de 20 años, y aún así sigo aprendiendo algo nuevo en cada proyecto que hago. Recuerdo todas las veces que las cosas han salido terriblemente mal, especialmente las que he vivido en primera persona, sobre todo porque los fracasos te ayudan a desarrollar aún más tus habilidades.
Trucos de estilista para arreglar imprevistos
Por ejemplo, recuerdo cómo tuvimos que recortar un vestido que se tenía que poner Rose Byrne para la película Todo sobre mi desmadre, o la ves en la que Amy Schumer se cortó el dedo y manchó de sangre una prenda carísima que llevaba para salir en una revista, lo que (aparentemente) se soluciona con un poco de saliva.
Arriba os he dejado una serie de anécdotas sobre algunos de esos contratiempos, como el mal funcionamiento de las cremalleras, incluidas las veces que me tuve que poner en modo MacGyver para salvar el día (y mi trabajo).