Adiós a las estridencias, a los artificios y al riesgo. El foco ahora está puesto en buscar lo fácil, lo elemental, casi lo natural. De eso trata el estilo minimal que han propuesto desde la pasarela revitalizar esta temporada. Ese que encuentra en el clásico bolso shopper la practicidad más absoluta y que busca las mismas funciones discretas en las prendas.
Porque aunque los colores vibrantes continuarán con fuerza tras el verano después del auge del neón, en el otoño hay espacio también para los looks que destilen pureza. Sencillos, limpios, sin demasiados aderezos, tan solo con lo esencial y con los tonos neutros como protagonistas.
Resulta manido mencionar el clásico "menos es más" pero no por ello deja de perder peso para recordar que nada de esto implica que sea aburrido. Lo simple puede cobrar mucha fuerza y gracias a prendas de cortes restos, casi geométricos, puede lograrse con éxito. Los básicos cobran todo el sentido en cada una de sus apariciones al ponerse en un merecido primer plano. Porque de eso trata el minimalismo, de rendir pleitesía a todo aquello que es útil y deshacernos de lo que, por el contrario, no resulta necesario.
EL NUEVO MINIMALISMO COMO TENDENCIA
Esta temporada esta tendencia explora de nuevo en aquella corriente que tanto insuflaron las supermodelos de los 90 con el 'slip dress' por bandera (Kate Moss es una de sus mejores embajadoras) que, aunque con matices, apuesta de nuevo por la elegancia con muy poco como vamos a demostrarte con los siguientes looks que puedes copiar tu misma con lo que ya tienes en casa.
Basta con encajar las distintas combinaciones de una serie de piezas clave para probar lo bien que sienta vestir bien en cualquier ocasión sin necesidad de tener un armario al borde del colapso.
Marie Kondo estaría muy orgullosa de ti.