El vestido de Dafne Fernández nos sienta bien a todas. El corte bajo el pecho realza nuestra figura y nos hace parecer más delgadas. Estas son dos ventajas de las que se pueden aprovechar las mujeres más bajitas. Aunque existen otros muchos trucos que estilizan nuestra silueta. Para aquellas que quieran disimular caderas o tripita estos vestidos son también una idea estupenda. Es por eso por lo que creemos que los vestidos con este escote, que se conoce como corte imperio, nos quedan bien a todas. Esto tiene que ver con que los vestidos con cinturón, como el que hace unos días llevó Marta Hazas, nos hacen más esbeltas. Pero hay a quienes el cinturon sobre el abdomen puede acabar molestándoles. Por eso tenemos esta otra opción tan interesante.
Sin embargo el vestido de Dafne tiene la particularidad de que ¡no es un vestido! como te hemos contado en la galería, se trata de una bata de andar por casa tan estilosa que nos sirve incluso para salir a la calle o asistir a una fiesta importante si tan solo la combinamos con unas sandalias plateadas de tacón, por ejemplo.
¿Qué hemos aprendido del vestido-bata de Dafne?
Gracias a la foto que Dafne ha compartido en su perfil de Instagram con esta bata que parece un vestido y que nos podemos poner para salir de fiesta, hemos aprendido que las prendas lenceras y los pijamas también nos sirven para estas cosas. Por eso es esencial tener fichadas algunas tiendas de pijamas en las que podamos encontrar lookazos y, lo mejor de todo, presumir de estilismo sin que nadie sepa de dónde lo hemos sacado.
"Personas bonitas que hacen cosas bonitas. Y encima hacen que me sienta guapa en casa. Gracias". Con estas palabras ha agradecido la actriz al equipo de Brocken Basics Barccelona que le hayan regalado la bata a la que más usos se le puede dar. Aunque el modelo que lleva la actriz aún no está disponible en las redes sociales, sí sabemos que el precio medio de las batas de la firma en cuestión es de 280 euros. Si sabemos que podemos algún día podremos ponernos nuestra favorita como Dafne Fernández, entonces la bata pasa de ser un mero capricho a ser una auténtica buena inversión. ¡Invitadas del mundo, a la próxima boda vamos en camisón!