La época de bodas no ha terminado. Si bien es cierto que en el mes de agosto se frena ligeramente nuestra agenda nupcial, el otoño es una de las épocas con más ceremonias del año. Y además, gran parte de ellas suelen ser bodas de día en las que un tocado o accesorio para el pelo se hace casi imprescindible. ¿Cómo acertar en tus próximos eventos? No es tan sencillo como parece pero hay dos máximas que pueden ayudarte.
La primera: ‘Menos es más’. En cuestión de tocados, esta norma que tanto utilizamos se transforma en algo clave y se traduce en una palabra: equilibrio. Es decir, una gran pamela o un impresionante tocado de plumas son perfectamente aptos, pero con medida, equilibrados con el resto del estilismo. En este caso tu tocado debería ser el centro de tu perfecto look de invitada, formado por una elección (léase vestido, pantalón y blusa, falda, mono, etc.) mucho más sencilla. Sin embargo, si el estilismo tiene peso por sí mismo, apuesta por un tocado discreto (desde diademas a sencillos adornos florales, hay mil opciones).
La segunda: ‘sé tú misma’. Acertar con un tocado es complicado. Aportan mucha personalidad al estilismo por lo que éste debe ser acorde a tus gustos, tu estilo propio y, por supuesto, el resto del look. Si no te ves con una enorme corona de flores (que, por cierto, es el ejemplo más acertado de la frase ‘morir de éxito’), no arriesgues. Lo importante es que te sientas cómoda. Además, hay toda una ciencia tras los tocados para el pelo y cada uno es adecuado a una morfología de rostro. Déjate asesorar por las expertas en la materia y será un éxito rotundo.