Un total de 12 tonos muy diferentes. Esa es la propuesta de Pantone para esta primavera-verano a la que pronto daremos la bienvenida. Sin embargo, sus apuestas no son una ciencia cierta y al final los consumidores son los que terminan mandando, marcando tendencia e imponiendo sus propias modas. Así ha ocurrido una temporada más y ahora que han pasado unos meses desde que Pantone nos mostrara sus sugerencias ha habido tiempo suficiente para modificarlas y hacer pequeñas variaciones en sus tonalidades. Y decimos pequeñas porque se han acercado bastante a los tres grandes colores que van a reinar los próximos meses gracias a los tonos Spring Crocus, Meadowlark y Little Boy Blue. Tres apuestas que se parecen bastante pero que han necesitado de pequeñas modificaciones para convertirse en las verdaderas tendencias.