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La icónica chaqueta de punto, habitual de uniformes colegiales y que podía causar aborrecimiento por su uso diario, ha conseguido, sorprendentemente o no, reinventarse. El histórico cárdigan, el cual debe su nombre a un señor de la guerra, James Thomas Brudenell, el séptimo conde de Cardigan (más recordado por este hito que por sus batallas), se popularizó para la mujer con un nuevo nombre muchos años más tarde. ¿La causa? Una película de 1940 dirigida por el director de cine británico Alfred Hitchcock, Rebecca, protagonizada por Joan Fontaine. La joven actriz de entonces 23 años lucía esta chaqueta en varias escenas del film, tal fue su éxito que la prenda en cuestión fue rebautizada como rebeca.
Desde principios del siglo XVIII con nuestro querido conde inglés, pasando por la oscarizada Joan Fontaine, llegamos hasta la época actual (igualmente convulsa) donde grandes firmas como Saint Laurent, Miu Miu, Chanel (en abundancia), Etro o Marc Jacobs han presentado en las pasadas semanas de la moda su nueva versión de esta chaqueta. Eudon Choi, por ejemplo, ha apostado por lo clásico, colores neutros como el gris y el negro dejando fuera los detalles llamativos. Etro, en cambio, sigue una línea tradicional pero añade encaje, punto grueso y maxi bolsillos. Miu Miu parece evocar a ese órigen bélico y estampa su prenda con camuflaje. Saint Laurent, por otro lado, recuerda al estilo universitario y de niño bien.

La prescriptora de moda Jeanne Damas es una experta en cuanto a prendas de punto se refiere, tiene ese estilo típico francés, desenfadado, como recién salido de la cama pero con horas de preparación, esos labios rojos, flequillo y lo más importante de todo, el famoso e inexplicable Je ne sais quoi. La diseñadora parisina es una de las impulsoras de esta nueva tendencia. Su marca, Rouje, tiene a la venta en su web un sinfín de modelos. Ella, así como otras asiduas del street style y las grandes firmas, nos han dado las claves para llevar la chaqueta de punto esta temporada otoño-invierno 2019/2020.