Los volantes se impusieron hace dos temporadas como elemento fundamental de la moda estadounidense y el año pasado triunfaron como un símbolo de nostalgia en la industria británica. Como suele ocurrir, una temporada más tarde los tenemos arrasando en nuestros escaparates. Los volantes son ahora el elemento estrella de faldas y pantalones acampanados, de bikinis y trajes de baño. Pero si hay una prenda en la que han triunfado esa es la blusa. Poco importa si es larga o más corta. Lisa, estampada, más clara o más oscura. Las blusas con volantes están por todas partes.
Los volantes como elemento decorativo de muchas de nuestras prendas tienen su origen en el Antiguo Egipto donde ya el péplum fue tendencia. Se trata de una túnica ceñida a la cintura que lucieron tanto hombres como mujeres. El hecho de que estuviera ajustada por medio de un cinturón a la altura del vientre hacía que en la parte baja se formasen unos pliegues. De ahí que muchos de los vestidos que llevamos hoy día con sobrefalda reciban el nombre de vestidos péplum.
Pero aquello fue solo el principio. Hoy este accesorio forma parte de nuestro día a día en España gracias a los trajes de flamenca. Es cierto que con las guerras su uso pasó a un segundo plano a favor de los flecos. En cambio ahora llega de nuevo. ¿Casualidad? No estamos seguras. Lo que sí es cierto es que las blusas que te mostramos son la prenda perfecta para alejar cualquier estilismo de lo anodino. Para hacer de nuestro outfit algo muy especial. Te favorecerá sin duda si tienes poco pecho . Así que no