Como siempre decimos en estos casos: no son todas las que están ni están todas las que son. El espectro es enorme y las temáticas muy variadas. Vamos, que hay series muy serias para todos. Pero en este caso queremos señalar el éxito inusitado de algunas con las que nos hemos encontrado.
Pero el arte y el éxito de las series, en muchas ocasiones, se basa en la respuesta del público. Los seriadictos somos el verdadero éxito de una serie. Como lo son la muestra que hemos elegido: series en producto completamente desarrolladas y que quedaron en el recuerdo (algunas de ellas como series de culto). Pero, ¿qué convierte a un producto audiovisual en un producto de culto?.
¿QUÉ HACER PARA SER UNA SERIE DE CULTO?
La verdad es que es muy sencillo, la idea es que la serie en sí provoque algún tipo de culto entre su público. Una veneración de peso por algún motivo. Y esto puede ocurrir por diferentes razones: por la temática, la producción, la ejecución de la misma…
Una de las razones que más se repiteen la historia de las series de culto, y que genera más espectación, es la anulación injustificada de una serie con fans de naturaleza persistente.
De hecho, los fans han sido, en muchas ocasiones, los que han liderado movimientos para que a una serie no se le diera cerrojazo dejando la serie inacabada. Por ejemplo, los fans consiguieron que Firefly, después de la no renovación tras la primera temporada, volviera con una película que al menos dejara la trama algo más cerrada.
Pero uno de los ejemplos del poder del movimiento fan es el siguiente. Los fans recalcitrantes de Veronica Mars consiguieron la grabación de una película que cerraría la serie después de la anulación de la renovación por una cuarta temporada. La propuesta vino de sus creadores que a través de un movimiento crowdfunding consiguieron en menos de 12 horas la meta de 2 millones de dólares. Como resultado, al año siguiente fue estrenada la película para disfrute de sus fans.