Bikinis con volantes de colores vivos, con braguitas muy altas, con estampados geométricos. Prendas básicas que envuelven el cuerpo sin ajustarlo, prendas de piezas grandes, sin gomas, sin costuras, con tejidos ultranaturales porque si no es eco, es que no tiene que ser. Esto y más es lo que llevaremos la próxima temporada de primavera verano, a juzgar por lo que pudimos ver hace unos días en la pasarela 080 de Barcelona, donde se presentaron las colecciones más interesantes para el calor... que hará en 2018. Se trataba de la 20 edición de esta pasarela, en la que desfilan diseñadores catalanes, y para la que siempre se escogen lugares emblemáticos y elegantes de la ciudad. Y así como otros años se utilizaron espacios como el MNAC o la Universidad de Barcelona para los desfiles, en esta ocasión fue el recinto modernista del Hospital de Sant Pau, remodelado recientemente, el que se llenó, por unos días, de moda, luz, color, música, aplausos y reconocimiento.
La moda de baño -con propuestas como las de Guillermina Baeza, Red Point, Como un pez en el agua...- y las prendas infantiles -con marcas como Little Creative Factory o Bóboli, entre otras- tuvieron este año un gran protagonismo y acabaron de completar el elenco de diseñadores ya habituales del 080, como Txell Miras y Miriam Ponsa -que han llevado su personalísimo estilo a todo el mundo- Custo Barcelona -un clásico de la ciudad pero que ya había presentado su misma colección en Madrid- Oscar León o Maria Roch... Interesantes también las prendas de Daniel Rosa, Lebor Gabala, Krizia Robustella o unos atrevidísimos Brain&Best que dieron la nota de rebeldía e inconformismo que debe acompañar a las propuestas de moda.
En definitiva: una cata magnífica del color y el estilo que nos cubrirá la próxima temporada made in Barcelona.