El mundo cosmético ha evolucionado mucho desde aquellas prácticas (y barbaridades) de belleza que se hacían en pleno verano, desde mezclar Coca-Cola con aceite de oliva hasta aplicarse a discreción aquella crema blanca de la lata azul por todo el cuerpo para ‘ponerse morena más rápido’. Y menos mal.
Aquellos años locos
¿El resultado? Bronceados apagados, pieles secas y quemaduras solares muy peligrosas que con el tiempo podrían desembocar en un carcinoma (de hecho, ese fue el destino final de algunas de ellas pasados algunos años). Por suerte, cada vez somos más conscientes de lo que nos ponemos sobre la piel, de la importancia de protegerla y tenemos muy en cuenta la existencia de su ‘memoria’.
Conciencia solar
Esto ha hecho que seamos más exigentes con los solares que compramos, ya que no sólo queremos que protejan durante la exposición al sol: pedimos que también lo hagan antes, preparen nuestras células desde el interior los meses previos y que las reparen después de cada sesión.
Sabemos qué horas son las adecuadas para recibir ese baño de luz y cuándo es mejor quedarse leyendo un buen libro bajo la sombrilla. Estamos en plena revolución, nos mimamos más y nos gusta invertir en nuestra piel y cuerpo del futuro.
Los tiempos han cambiado
Los ingredientes también juegan un papel importante a la hora de decantarnos un producto u otro, miramos más allá del aspecto o del olor. Ahora nos interesa su procedencia y se catalogan con etiquetas ECO, #Crueltyfree, de origen vegano… E incluso sustituimos el sol por autobronceadores que consiguen ese tono dorado en nuestra piel sin necesidad de que ésta se exponga a los nocivos rayos UVB Y UVA.
El órgano más extenso
Amamos nuestra piel y queremos darle lo mejor, tiene que albergarnos toda la vida y no escatimamos en protegerla. Por ello, estos diez cosméticos no se conforman con poco y son igual de exigentes que tú.
¿Quieres sabes lo mejor de todo? No te fallarán.