Resulta paradójico que en el mundo de la moda actual, dominado por el sporty chic, la camisa recupere su espacio y que esta vez sea destacado. Varios diseñadores jóvenes son los responsables de esta vuelta renovada: han creado unas piezas, que recuperando las telas más representativas de la camisa, se presentan con un nuevo lenguaje listas para un look rompedor.
De París a Nueva York, los nuevos nombres del fashion system han puesto las camisas en el punto de mira. Desde sus inicios Jacquemus ha hecho de la camisa y sus sempieternas rayas parte central de sus colecciones. Vetements, en su colección Otoño/Invierno 2016-17 ha sacado de contexto lo que podría calificarse como estilo preppy, ha desestructurado la camisa y ha creado el nuevo uniforme de moda cuya piedra angular, esta vez, es esta prenda. En la capital de la moda al otro lado del charco, es decir, en Nueva York, la nueva firma Monse (del tándem formado por Fernando García y Laura Kim) lleva por bandera la revisión de esta prenda formal. Cada una de sus camisas es un soplo de aire fresco que nos ha hecho olvidar el recuerdo de esta prenda unida irremediablemente al uniforme escolar (o de oficina).
Otras firmas con mayor solera se han hecho eco de esta tendencia, como DKNY, en cuya colección O/I 2016-17 la camisa adquiera tamaño oversize y aparece desestructurada con cortes; o la rejuvenecida Kenzo, donde esta prenda surge redimensionada con grandes mangas farol o gigantescos volantes recorriendo los hombros, en una revisión del estilo decimonónico victoriano.
Subidas al mismo carro, Zara, Mango, H&M y otras firmas fast fashion han hecho su propia reinterpretación de esta tendencia que lleva la camisa a un extremo creativo y lo hacen pasándola por un filtro más sutil. Aunque no siempre, en Zara encontramos versiones oversize o con volantes extra grandes.
Ya lo sabes, este otoño sí o sí la camisa va a ser la prenda estrella.