"Lo más difícil de tener estilo es que nadie sabe describirlo”, ha sentenciado Carolina Herrera en alguna ocasión. En primera instancia, nosotras no creemos que sea una cuestión de cuna: "o se nace o no se nace", dicen algunos. Como si de tus genes dependiera que zas!, casi por arte de magia, cada día puedes pisar la calle siendo una mujer estilosa, únicamente gracias a la maravillosa herencia de tus padres.
No es tan sencillo. La magistralidad reside en saber detectar quién eres y perfilar y mejorar tu estilo a diario. "Es casi como un trabajo", contaba Boris Izaguirre en uno de sus múltiples programas televisivos. Y así es. Tienes que saber qué te sienta bien, qué no tan bien, y jugar, dar lugar a la imaginación para reinventarte cada día. ¿El mayor error? Intentar ser quien no eres.
En la historia de la moda, parece haberse asimilado, con cierta naturalidad, que el savoir faire francés es especial. No hay razón científica que lo avale, pero quizá Emmanuelle Seigner nos de una pista con su frase: “Las francesas no se toman a sí mismas en serio”, decía. Lo único que está claro es que sí hay un desfile de féminas que han representado como nadie ese ser chic sin esfuerzo que tanto nos gusta. Es el caso de Brigitte Bardot, Françoise Hardy, Inès de la Fressange o la fille adoptive por excelencia, Jane Birkin.
Al otro lado del charco también hay mucha presencia de lo que consideramos buen estilo: Liza Minnelli o Jackie Kennedy pueden ser ejemplo de ello. ¿Una de las lecciones que extraemos de ellas? Siempre se han estado reinventado, adaptándose a los nuevos tiempos, procurando conservar la modernidad y el estilo propio que las caracterizaba. Las europeas, como la actriz Audrey Hepburn o Twiggy, también han jugado un importante rol en cuestión de estilo, por invadir con él las salas de cine o las primeras pasarelas y campañas publicitarias.
Hacemos un repaso de la actitud ante la vida que pusieron 10 mujeres que, independientemente de sus biografías (algunas no acabaron tan bien), mantienen un denominador común: supieron hacerse a ellas mismas, clave a la hora de entender por qué su forma de vestir y su actitud traspasó las fronteras de nuestros corazones.