La Semana de la moda de Nueva York se encuentra en plena recta final. Una vez más, este importante escenario del mundo de la moda, se ha convertido en una cita imprescindibles para trendsetters, editores de moda, modelos mediáticas, influencers, famosos,... Es decir, que nadie se ha querido perder y sobretodo dejarse ver en el front rown de algunos de sus desfiles.
Además de ver lo que llevaremos la próxima primavera-verano, la New York Fashion Week ha dado mucho más de sí, más allá de ser una fuente de inspiración para las nuevas tendencias. Desde ver el debut de Kaia Gerber, la hija de Cindy Crawford, en el desfile de Calvin Klein, hasta ver como las reinas de las pasarelas -Kendall Jenner y las hermanas Hadid- siguen siendo las tops preferidas por los diseñadores más relevantes, apareciendo en la mayoría de los desfiles de esta semana.
Tom Ford
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Pero la moda está cambiando a pasos agigantados. Lo que antes era diseñar y hacer colecciones exclusivas para mujeres altas, delgadas, con poco pecho y que parecían auténticos maniquíes, ahora se ha convertido en un escaparate donde todo el mundo, sea como sea y de donde sea, tiene cabida.
Por ejemplo, Christian Siriano mostró en su desfile dos diseños aparentemente de mujer en cuerpos de hombres.Con esto consiguió dejar en un segundo plano el género dando prioridad a las prendas y presentando la integridad sexual sobre las pasarelas.
Pero la revolución no solo se corresponde a este año, y es que ya, en anteriores desfiles y otros diseñadores, quisieron subir a sus desfiles al "grupo marginado" por la moda. Por ejemplo, Michael Kors presentó una colección donde las tallas de las modelos variaban y no solo se centraban en la polémica 34.