Los desfiles en 'Paris Fashion Week'

En su primer desfile para Christian Dior, Maria Grazia Chiuri, lo dejó claro al estampar en una camiseta “todos deberíamos ser feministas”. Chaquetas de esgrima acolchadas, vestidos enconrsetados, románticos vestidos con faldas de tul bordadas, pantalones capri, elegante sastrería en trajes, blazers y largos abrigos. En los pies, cómodas deportivas o botas estilo boxeador. Blanco, negro, rojo, y para cerrar el desfile colores arenosos salpicados con motivos de flores, insectos - abejas - y elementos del zodiaco. Interesante logomanía: camisetas con mensajes bordados, estampados y en cintas elásticas.

La firma representa mujeres que se atreven con sinuosos “cut-outs” o aperturas hasta las caderas, - incluida 'underboob', máxima tendencia - asimetrías, transparencias, largos vestidos de noche con incrustaciones Art Deco, y de nuevo, estampado de serpiente.  También apareció prendas en satén, crochet y punto, o ante; leggins sporty y rayas gráficas. El color tuvo una fuerza especial en este desfile, muy acorde con la jungla tropical que envolvía la presentación. Principalmente vimos colores tierra como el caqui, el naranja caldero, el rojo, el azul y el morado.

Una mirada al futuro pero de la mano del tweet, el tejido emblema de Chanel, que esta vez se versiona en colores neon. Las modelos desfilaron en actitud sport con gorras de baseball y en los pies zapatos planos: sandalias blancas y bailarinas bicolor, en plata y de punta negra. En la mayoría de complementos se incorporaron LEDs. Dentro de esta propuesta Big Data, también hubo espacio para tops lenceros con encajes y transparencias, vestidos de gasa en colores empolvados y “little black dresses”.

En esta ocasión, John Galliano viaja al futuro, con modelos intergalácticas que bajo una puesta en escena muy teatral, llevan casco y visten de sastrería y prendas sport. Mezcla de tejidos, superposiciones y originales patrones. Mágicos detalles en pedrería, plataformas y zapatos con separación de los dedos, un traje de neopreno convertido en falda de tubo, leggings de PVC y vestidos gabardina. En cuanto a los colores, Galliano fue mostrando desde los más sobrios, el negro o el marrón, hasta a fluorescentes azules y amarillos. 

Elegante, romántica y femenina, la propuesta de Giambattista Valli además, deja al descubierto la ropa interior. La colección, muy ligera, se basó en vestidos largos y cortos, con sexys oberturas laterales, en las transparencias y el encaje. Se colaron también chaquetas con cremallera, camisas y pantalones pitillo. En cuanto a estampados, el diseñador eligió las flores y las rayas. El negro, como color dominante: en total look, combinado con blanco, rosa, y en detalles como lazos, ribetes o tirantes.

Al ritmo de una música energética que hizo bailar a las modelos, poco acostumbradas a ello, bajo las órdenes de la coreógrafa española, Blanca Li transcurrió el desfile. La colección estuvo llena de volúmenes y teñida de colores tierra combinados con azul. Topos, camisas con anchas mangas, faldas tres cuartos, chaquetas con hombrera, pantalones abombados atados a la cintura con un lazo. La diseñadora es una fiel defensora del uso de tejidos y materiales ecológicos, por lo que en esta ocasión apostó por el ante, el crepe y la gasa.

El negro fue el protagonista, además del cuero, las transparencias, el encaje, la sastrería femenina, las minifaldas. Vimos mucho hombro al descubierto y también un reivindicativo "free the nipple" cubierto de strass. Atrajo todas las miradas, la reaparición del logo de Yves Saint Laurent, transformado en el tacón de un stiletto. Gracias a Vaccarello las supermodelos Anja Rubik, Freja Beha Erichsen o Karmen Pedaru, volvieron a pisar la pasarela.

Aparecieron ágatas estampadas en vestidos y como medallones de maxi collares. Acorde con la inspiración del desfile, la paleta de colores fue muy cálida: morado, naranja, rojo o marrón. Las prendas marcaban las curvas de las modelos creando una silueta femenina, esbelta y elegante: vestidos con cuello camisero y a la altura de la rodilla o trajes de pantalones campana, muy setenteros. Flecos, cremalleras, volantes y topos, fueron otros detalles recurrentes de la colección de Givenchy.

Sobre una pasarela entre fucsia y lila, desfilaron - o bailaron - las modelos de Elie Saab, llenas de estrellas y color. “Viví los años setenta, pero lo he exagerado. A mi musa le gusta ser feliz y estar bella. El estilo es sencillo, pero basado en el movimiento” comentaba el diseñador al introducir a su nueva propuesta de inspiración disco y más llena de brillo y estampados que nunca.

La colección maravillosa de Bouchra Jarrar se basó en el uso del satén, líneas depuradas de corte femenino y minimalistas; sofisticados vestidos lenceros, reinterpretación de trajes masculinos con detalles preciosos, y en especial, un dos piezas mix&match de estilo 'underwear'.

Vivienne Westwood reflexiona de forma irreverente sobre la Primavera Verano 2017. La colección se basa en grandes volúmenes, asimetrías y aperturas. Vestidos, pantalones muy sport, camisas, monos, shorts masculinos… Siluetas fluidas y escotes pronunciados, que varias veces dejaban ver bikinis triángulo.

Tras el fichaje de Maria Grazia Chiuri para Dior, Pierpaolo Piccioli se ha quedado como director creativo único de la firma Valentino. Igual que la que fuera su socia, esta semana de la moda de París fue su reestreno. Tomó de referencia El Bosco, y tampoco defraudó. Presentó una colección romántica y muy femenina, pero con toques más sport. El tul fue un imprescindible. Hubo vestidos vaporosos con elementos más casual, pantalones palazzo y dos piezas con camisa blanca. Todos los looks incluían bolsos cruzados. Valentino apostó de nuevo por las transparencias, el encaje y la seda, hubo hasta prendas bordadas con flores y hojas, simulando escenas de “El jardín de las delicias”.