Las manoletinas son un zapato especialmente cómodo en primavera, sobre todo cuando tenemos una cita importante a la que no queremos llevar tacón. Versátiles y femeninas, las manoletinas, más conocidas con la nomenclatura de princesitas en el norte de España, se han consagrado como accesorio fundamental en esta época de entretiempo.
Para las más urbanitas, las manoletinas son un calzado versátil que puede emplearse en cualquier circunstancia. Sin embargo, cuando realmente se convierten en un imprescindible es en los días de oficina en las grandes ciudades, donde llevar zapatos abiertos es una opción se desecha por la polución y suciedad del asfalto, que tiñe nuestros pies dándoles un aspecto poco cuidado. Además, el hecho de que nuestros dedos vayan cubiertos es algo también fundamental. La pedicura gracias a esto puede esperar y podemos concentrarnos en caminar cómodas sin tener que recurrir a las sneakers que reinan estos días en en el street style.
La versatilidad es una de las cualidades esenciales de este calzado. De hecho, no solo podemos ponernos manoletinas con minivestidos como el que en la imagen que lidera la galería que mostramos más arriba lleva la influencer Natalia Cabezas. Quedan igualmente bien con vestidos largos y con pantalones tipo bootcut acampanados. El puntazo al look se lo darás si estos últimos son además desflecados.
La alternativa a las manoletinas son las babuchas, un calzado ligero muy similar pero descalzo por detrás. Nos atrevemos a decir que el esta es la opción de fin de semana que suple a las manoletinas. Las tardes en las terrazas y los aperitivos de domingo en primavera no son lo mismo si en nuestro armario no tenemos algún par. ¿Y tú? Por cuál de las dos opciones te vas a decantar?